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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Romance. Drama En una ciudad provinciana, Mario, un mediocre oficinista que vive en una modesta pensión, conoce una noche a la joven Natalia, en cuyo rostro se refleja un profunda tristeza. Le da conversación para animarla y ella le explica cómo cambió su anodina vida cuando conoció a un apuesto forastero del que se enamoró y cómo cada noche su regreso. Durante cuatro noches mágicas, Mario, enamorado de Natalia, alberga la esperanza de sustituir en su ... [+]
6 de octubre de 2010
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante el solsticio de verano, en las tierras altas rusas, las puestas de sol ocurren a altas horas y los amaneceres son más tempranos de lo habitual. Esto hace que la oscuridad no sea plena y a este fenómeno natural se le conoce como Las Noches Blancas. Cuando Fiódor Dostoyevski, escribe su novela con este título en 1848, creo que las cuatro noches en que esta transcurre son, sobre todo, una metáfora de lo blancas, luminosas y esplendorosas que se vuelven las noches cuando el amor palpita en los corazones.

En la novela, el protagonista y narrador de la misma, no tiene nombre, lo que hace fácil suponer que es el mismo autor quien asume un referente autobiográfico. Habitual paseador nocturno, un día conoce a Nástienka, una bella joven a quien descubre llorando, y él se afana por consolarla y acompañarla, naciendo, así, el amor a primera vista que lo lleva a desear su presencia y a apoyarla en el momento angustioso, y aparentemente crítico, por el que está pasando.

Suso Cecchi D’Amico, fue la escritora quien, animada por su propio padre, decidió escribir el guión basado en la corta novela de Dostoyevski y se lo presentó a Luchino Visconti para ver si le interesaba. Así nace la versión cinematográfica de una obra que no figura entre los grandes hitos literarios del genial escritor ruso, pero que, no por eso carece de encanto y de un toque romántico capaz de conmover a muchísimos corazones.

La historia se traslada a un pueblecito italiano que recuerda a Livorno, y son, Mario y Natalia, la pareja que ansía, casi desesperadamente, el amor... pero, hay un puente material y afectivo que espera ser cruzado definitivamente para que este sentimiento pueda tomar forma entre sus vidas.

Con <<NOCHES BLANCAS>>, Luchino Visconti ha hecho un filme de poderoso magnetismo, protagonizado por una Maria Schell y un Marcello Mastroianni que nos hacen respirar sus afanes, su ternura, sus improcedencias y su deseo impetuoso por conquistar el amor. El guión se cuida de matizarlos, de mostrarlos como seres simples y normales, y al mismo tiempo, con unos sentimientos tan fuertes y claros que logran, sin restricciones, que nos conectemos con ellos.

Apenas, ciertos rasgos de evidente misoginia, empañan un filme que emociona y que consigue que, también nosotros, veamos blancas aquellas desoladas noches donde los demás seres parecen fantasmas y apenas una prostituta (¿alusión a la Giovanna de “Obsesión”?) y unos atrevidos motociclistas, nos devuelven a la realidad de las noches de cualquier ciudad. Pero, el encanto persiste y el romanticismo se mantiene en alto como si una blanca nube envolviera con ternura nuestros corazones.

Título para Latinoamérica: PUENTE ENTRE DOS VIDAS
Luis Guillermo Cardona
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