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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Intriga. Drama Mitch McDeere (Tom Cruise), un joven y brillante abogado recién salido de la facultad de Harvard, se deja seducir por las promesas y regalos de un prestigioso bufete de abogados de Memphis. Sin embargo, muy pronto tendrá razones para empezar a sospechar que algo extraño está sucediendo en la poderosa empresa. (FILMAFFINITY)
6 de abril de 2017
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Publicada en 1991, y con un millón y medio de copias vendidas en ese mismo año, “La Firma”, fue la novela que convirtió al abogado, John Grisham, en el escritor de moda en los Estados Unidos y en otras partes del mundo. Referenciada como un 'legal thriller', su éxito atrajo enseguida a los productores de Hollywood, y David Rabe, Robert Towne y David Rayfiel se encargaron de la adaptación, haciendo las consabidas modificaciones, variaciones y hasta cambiando el final para animar -o desalentar-, a quienes leyeron previamente la novela. La historia pasó a manos del director Sydney Pollack, un ‘traductor’ de novelas importantes que con “This Property is Condemned”, “Jeremiah Johnson” y “Out of Africa”, ya ha demostrado de lo que es capaz, y el cine cuenta con otro llamativo filme que se inmiscuye en los complejos y corruptos entramados de las altas esferas.

¿Y cómo me he sentido con “LA TAPADERA”?

La historia, con la necesaria elipsis sobre lo que cuenta el libro, nos habla de un joven abogado, Mitchell McDeere, quien, sin haberse graduado todavía en Harvard, ya se lo pelean los grandes bufetes de abogados, ¿por qué? La película -no sé si el libro- nos deja que especulemos con esto o quizás se pensó que, a este punto, muchos espectadores todavía están cuchicheando o comiendo crispetas y no valía la pena profundizar en ello. Contratado por fin, por Bendini, Lambert & Locke, Abogados, estos caballeros emergen como los nuevos John Milton (“The Devil’s Advocate”, Andrew Neiderman, 1990), y ponen a McDeere a vivir a cuerpo de rey para, de entrada, pagar su alma (léase Servicios Incondicionales) ¿Es esto posible? ¡Claro que sí! En incontados casos, la mafia ha subido a mucha gente al cielo -sobre todo mujeres y abogados-, antes de dejarles en los profundos infiernos.

El devenir de la trama pondrá, entonces, al iluso McDeere -quien, a sus años, parece que no oyó nunca de sus abuelos o padres la sabia frase que nos advierte que, hay que tener mucho cuidado cuando, de repente, todo lo que anhelas te lo ponen en bandeja-, a comprender que, sin querer queriendo, está metido en una fina olla y que, para salir de ella, tendrá que aliarse con el FBI y con leales amigos (magnífica la Tammy Hemphill que interpreta Holly Hunter), mientras va viendo como, otros, son pasados a mejor vida.

La trama resulta muy ágil, el tremendo cuento de la vida real –presentado como ficción- sobre la penosa relación mafia-abogados queda muy bien trazado, y esos métodos que se ingenian estas organizaciones para mantener el control, una vez más nos sorprenden y, en lo personal, me pasé un largo rato abismado, pensando en como, grandes y valiosísimas inteligencias, terminan yéndose al traste por ponerse al servicio de la desmesurada ambición.

A Grisham, hay que abonarle que mira siempre hacia lo alto y que su compromiso literario apunta, valientemente, a mostrarnos cómo muchos de aquellos que detentan el poder y parecieran tenerlo todo, han forjado sus fortunas enterrando los escrúpulos, y sirviéndose de patrañas, adulteraciones y crímenes. Su amplia experiencia como abogado y como defensor de los injustamente condenados en la organización “The Innocent Proyect”, ha permitido que el escritor acceda a hechos contundentes y de fuerte impacto, y su capacidad narrativa ya está fuera de toda duda con el resultado de sus posteriores trabajos.

Aunque no es lo que podría llamar una gran película -algunos clisés y el propio Tom Cruise, con su personaje demasiado divo, me dejan algunas inconformidades-, puedo decir que, con “LA TAPADERA”, me la he pasado muy bien… y siempre es bueno recordar como es que, en tantas ocasiones, se han amasado las grandes fortunas.

¡Ah!, qué humilde y sincera frase la de la comprometida Abby McDeere (que, en casos, vale para ambos): “Tú me engañaste y yo me siento culpable”. Así son, hoy y mañana, los juegos de pareja.

Título para Latinoamérica: FACHADA
Luis Guillermo Cardona
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