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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama. Romance La historia se desarrolla entre mediados del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial (1914-1918). A la escuela de Brookfield llega un joven y tímido profesor que dedica toda su vida a enseñar a varias generaciones de alumnos. Adaptación de una novela de James Hilton. Fue uno de los grandes éxitos de la Metro-Goldwyn-Mayer. (FILMAFFINITY)
20 de junio de 2014
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rodada esta primera versión en 1939, “ADIÓS, MR. CHIPS” es una de las películas sobre “buenos maestros” más mencionadas en los anales de cine. Está basada en la novela homónima de James Hilton (1900-1954) y para el protagonista, Robert Donat (el actor preferido por el escritor ya que, además de compartir un cierto parecido físico, también como él tenía una apreciable voz), su notable interpretación le merecería el premio Oscar, pues se le caracteriza desde que tiene 25 años hasta que alcanza los 83, lo que como es de suponerse, le exigió largas sesiones en la sala de maquillaje, además de extensos ejercicios para dar los distintos tonos de voz que se suman a la calidez y bondad que ofrece su personaje.

A mi manera de ver, lo mejor del filme de Sam Wood, es esa acertada ambientación que aquí se inicia en 1870 y en un largo flashback nos traerá los recuerdos del viejo profesor ya pensionado. Sin duda, algo de este ambiente se parece al que, en recientes años, veríamos en la exitosa serie de Harry Potter, aunque aquí en su particular tono clásico y en un exquisito blanco y negro. También me resulta muy grato el encuentro entre Katherine (una carismática Greer Garson en auspicioso debut) y el señor “Chips” (llamado así por ella en contracción de su apellido Chipping y en alusión a su tímida jovialidad y espíritu servicial). En aquel espacio austriaco (donde se encuentran de paseo), gratamente sonorizado con los clásicos de Johan Strauss, conseguimos deducir la actitud sobria de la mujer madura, dispuesta a elegir al hombre con grandes valores y con criterios claros, por encima de otras cualidades que, quizás ofrezcan placer, pero que no ofrecerán estabilidad en aquello que reclama compromiso y solvencia moral.

Empero, siendo la segunda ocasión en que aprecio este filme, vuelvo a sentir que se abusó de la elipsis, pues se nos quiere contar diversos aspectos de lo que ocurre en varias generaciones de estudiantes que pasan por la vida de Mr. Chips, y todo esto resulta tan resumido y austero, que no se logra el clima emocional que merecían varios hechos. Y en este sentido, siento que el filme se viene a menos, no obstante que cuenta con unos caracteres humanos de enorme valía.

Quizás se pensó que, por ir dirigido a todos los públicos, no debía el filme ser demasiado extenso, pero al paso se ignoró que, contar anécdotas bien hiladas sobre 58 años de vida en menos de dos horas, implica una gran capacidad de condensación que, o no se logró al estructurar el guión definitivo, o el editor echó tijera cortando de aquí y de allá, debiendo preferir unos cuantos hechos debidamente contados a demasiadas situaciones abreviadas como en un noticiero televisivo.

Tampoco convence el haber utilizado al pequeño actor, Terry Kilburn, para que representara a los tres Peter Colley de una familia que, en cada generación, ingresa a la escuela Brookfield. A falta de mayores datos, se llega a creer que se quedó enano y que se ha convertido en repitente consuetudinario.

Aparte de esto, valga mencionar como otro aspecto positivo del filme, su procedente alegato antibelicista, pues Chips se duele de que, los chicos que con tanto empeño se forman en la institución, terminen luego asesinados en una guerra que sirve a algunos, pero no a los intereses del pueblo.
Luis Guillermo Cardona
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