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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama Robert Leffingwell es el candidato del Presidente de los Estados Unidos para ocupar la secretaría de Estado, pero antes debe someterse a una investigación del Senado, que decidirá si es la persona idónea para un cargo de tanta responsabilidad. Al frente del comité de investigación está el idealista senador Brig Anderson, que descubre que en su juventud Leffingwell estuvo vinculado a una organización comunista. (FILMAFFINITY)
20 de abril de 2014
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
A nivel mundial, y en términos generales porque, como en todo, hay apreciables excepciones, la clase política de los distintos países del mundo es bastante inspiradora: inspira odio, desprecio, apatía, vergüenza… y todo porque la mayoría de ellos son arribistas, patrañeros y decididos enemigos de los intereses del pueblo. Tienen como objetivo primero, el poder y el enriquecimiento personal; solo ejecutan las obras que les imponen las circunstancias; solo construyen cuando han asegurado su tajada; y solo se mueven hacia los intereses de la gente del común, cuando las presiones amenazan con volverlos impopulares. Objetivamente, y en demasiados casos, los políticos son la peor peste de las naciones.

“TEMPESTAD SOBRE WASHINGTON” es un filme que impactará a aquellos que han vivido con la mayor apatía frente a lo político. Quienes ya tienen unos buenos referentes sobre como son y como actúan los detentores del “poder”, no sentirán impacto alguno, pero acogerán sin duda que, el director Otto Preminger, haya hecho esta magnífica recreación de la manera como serpentean los intereses y los poderes en torno a unas elecciones.

Aquí solo se pretende elegir al nuevo Secretario de Estado, y el punto de partida es el habitual: Quienes tienen la sartén por el mango (el presidente y el jefe de las mayorías en el senado) proponen su candidato y se espera que los demás aprueben sin mayores objeciones (advise and consent = propuesta y aceptación). Pero en este caso, las cosas no van a resultar fáciles, y uno de los senadores, Seabright Cooley (un magnífico Charles Laughton en su despedida del cine), acudirá a la treta, también habitual: hurgar en el pasado del candidato propuesto, Robert A. Leffingwell, y encontrado su punto débil, hacerlo público con la intención de cambiar la intención de voto de los senadores. Y para desgracia de Leffingwell, su “pecado” es el que más horroriza al gobierno de la Casa Blanca: ¡Afiliación comunista!

Se desarrollará desde entonces, una lucha de poderes, tendrá lugar el efecto bumerán, se hará acopio de cualquier trapacería que pueda restar poderes… y al final, quedará perfectamente recreada (con agudos diálogos y magníficas actuaciones) esa camada de representantes de gobierno que con, tantísima frecuencia, son el peor obstáculo para el desarrollo digno de las naciones.

Preminger se vale de detalles precisos para ilustrar ese zoo político donde podremos ver a los maquinadores de un lado y del otro… los que actúan por simple y llano afán de venganza… los que ansían el poder a toda costa… los que reciben un fuerte salario, arrancado del erario público, por dormir irresponsablemente en cada sesión… los que están dispuestos al chantaje si lo creen necesario… los que hacen la vista gorda… los que se cobran los favores prestados… Y nos damos cuenta entonces que, lo que allí vemos - realizado para recrear la política estadounidense de los años 1960-, no ha cambiado en nada medio siglo después, y pareciera reflejada en un espejo la clase política de hoy… de tu país… de mi país… y de muchos otros países, de este bonito y abusado mundo.

Título para Latinoamérica: “TORMENTA SOBRE WASHINGTON”
Luis Guillermo Cardona
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