Los Rouran (en pinyin, Róurán), fueron una confederación de tribus nómadas euroasiáticas que se extendieron por la China septentrional desde el siglo IV hasta finales del siglo VI. Según sean las fuentes, se les atribuye total ausencia de control o sumisión con el Estado, y otras fuentes del sur de China, hablan de que mantenían un estrato culto, versado en las artes clásicas de la tradición sinítica, habiendo aprendido una forma de escritura que no supervivió porque la hacían en cortezas de árboles.

La historia de, <<MULÁN>>, caracteriza a los Rouran como los describen las fuentes del norte, y su pretensión es apoderarse de la Ciudad imperial y derrocar al emperador. Su líder, Böri Khan, decide con su ejército exterminar una a una las tribus del imperio, pero, cuando la Ciudad imperial comienza a sentirse amenazada, el Emperador decide desplegar su ejército y lanza un decreto según el cual, cada familia deberá aportar a un hijo varón para la causa.

Pero, en la familia Huan no hay sino dos hijas, así que el anciano padre se dispone a ser él quien sirva en el ejército. Pero, a sabiendas de que lo matarán, su valiente hija, Mulán, decide asumir ese papel… y entonces se viste como hombre, toma la espada de su padre, y consigue enlistarse al servicio del Emperador.

Versión con personajes reales de la película que, la productora Disney había realizado en 1998, hecha, ahora, con sensibles variaciones y con características muy especiales que, en lo personal, aplaudo sin reserva alguna. Veamos: En primer lugar, el diseño de producción es insuperable, creando un ambiente que nos remite a la China imperial con todas las de la ley. La composición de imágenes, los efectos visuales y especiales, la banda sonora, e incluso la edición son del más alto rigor y dan como resultado un espectáculo imponente por donde se mire.

La directora, Niki Caro, a quien tengo en un alto aprecio desde que vi su magnífica película, “North Country” (2005), hace acopio de una enorme sensibilidad, y su mirada hacia la mujer se propone de nuevo reivindicarla en todos los sentidos, incluso cuando por explicables circunstancias se desvía del camino. Estamos en aquellos tiempos en los que la mujer era un sujeto pasivo, ama de casa, procreadora, y amante sumisa, pero, la sociedad de hoy, todavía –y muy penosamente- conserva rezagos de aquellos rancios siglos. Con esta alegoría, se nos hace sentir que siempre ha habido mujeres del más alto valor, que solo necesitaban una oportunidad para demostrar que podían estar a la altura de los hombres e incluso superarlos.

El personaje de Mulan –muy bellamente representado por Liu Yifei, la inolvidable chica de, “El Soldado Perdido” (Bille August, 2017)-, se convierte en una suerte de símbolo de la mujer que opta por ir contra todas las convenciones, cuando siente que no hay justicia en ellas y que su destino la reclama para luchar por la libertad. La historia es muy dinámica, combinando la acción filosófica-espiritual con la acción física en equilibradas proporciones; y también el feminismo que, la directora Caro, irradia con fuerza en sus personajes, está bien dosificado dando a los hombres el lugar que, en cada caso, se merecen. Los simbolismos del ave fénix y del halcón para representar los impulsos y los destinos de los personajes femeninos, es muy diciente y uno siente que la historia ha sido pensada para dejar una lección de vida, muy digna de tomar en cuenta.

El reparto lo complementan actores de la talla de, Gong Li (Xianniang), Jason Scott Lee (Böri Khan), Jet Li (el Emperador) y Joson An (Honghui).

Esta, <<MULAN>>, no fue pensada como una película infantil, está claramente hecha para mentalidades adultas.