Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama Michael Corleone, heredero del imperio de don Vito Corleone, intenta rehabilitarse socialmente y legitimar todas las posesiones de la familia negociando con el Vaticano. Después de luchar toda su vida se encuentra cansado y centra todas sus esperanzas en encontrar un sucesor que se haga cargo de los negocios. Vincent, el hijo ilegítimo de su hermano Sonny, parece ser el elegido. (FILMAFFINITY) En diciembre de 2020 se estrenó en cines y ... [+]
20 de marzo de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
<<EL PADRINO. Parte III”, fue realizado 16 años después por Francis Ford Coppola, con la esperanza de reforzar las finanzas que sus otros filmes (distintos a los basados en la novela de Mario Puzo), más bien adelgazaban. Un excelente reparto incluyendo a, Andy García, Eli Wallach, Joe Mantegna, George Hamilton, Raf Vallone, y una dulce y significativa, Sofia Coppola, debutando para su padre, acompaña al consolidado, Al Pacino, quien, en el rol de Michael, mantiene la rienda de la familia Corleone.

Dos hechos paradójicos ocurren en ésta saga: El primero, la condecoración que el mismísimo Vaticano hace a, ¡Michael Corleone!, imponiéndole la cruz de malta, lo que le merece -a su regreso a Sicilia-, la orden al mérito Commendatore, título que otorga el gobierno “por los servicios prestados al país”; y el segundo hecho, es la dedicación que expresa, Michael Corleone, por su hija Mary a quien llega a decirle muy poéticamente: “Ardería en el infierno por mantenerte a salvo”.

La condecoración del papa se expone, claramente, como un primer ejemplo de lo vendida que es la iglesia católica a la cual, Michael, dona luego ¡100 millones de dólares! que espera se destinen en su totalidad a los pobres… prueba irrefutable de que, el hijo de don Vito Corleone, es un completo iluso. Pero, lo curioso, es que llegué a creer que, el hijo de don Vito, no andaba muy lejos del merecimiento de la citada medalla, pues, amén de alguna ligereza en sus órdenes que dejaba la sangre derramada por todos los rincones, era un hombre que apenas bebía, poco fumaba, no iba donde las fufurufas, no se le veía en una mesa de juego, se confesaba, no tenía una amante, era un papá asequible y en general permisivo, y ahora, cuando los años avanzan, busca redimirse y sanear de la mejor forma su historial. Por si alguien todavía piensa que no hay un mafioso así, aquí lo tiene: Mike Corleone.

Sobre la relación con su hija Mary, la paradoja está en que, es real y profundo el sentimiento de protección incondicional que le prodiga a la chica; pero al mismo tiempo es absurdo, porque al andar en malos pasos, al relacionarse con gente violenta y metida en negocios turbios, el padre no sólo expone su propia vida sino que, inevitablemente y cada día, arriesga la de su familia. En otro diálogo de Michael con la aterrizada Kay, ella vuelve a poner las cosas en su lugar:
-Te he protegido de todos los horrores de este mundo -Le dice su marido.
A lo que ella responde:
-Tú te convertiste en mi horror.

Hay razones muy precisas (de orden social e ideológico) para que ésta tercera parte de, “The Godfather”, haya sido más subvalorada que las otras por ciertos sectores de la crítica. Pero, contra lo que se diga, creo que es la más acertada de la trilogía porque habla de la aceptación de la culpa, del sincero afán de redención… y sobre todo, porque se aproxima a hechos reales que siguen sembrando vergüenza social, como los manejos económicos y políticos que se dan El Vaticano y el asesinato por envenenamiento de Juan Pablo I, el papa que pretendió, ilusamente, devolverle la dignidad a la iglesia.

Los diálogos aquí están muy bien cocidos, y el ateo de Mario Puzo, deja entrever que sabía más de la iglesia que de los mafiosos de carne y hueso.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow