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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Cine negro. Drama Leopold Kroner, un empleado de Empresas Colby, encarcelado por malversación de fondos, es puesto en libertad cinco años después. Andrew Colby, alegando amenazas por parte de Kroner, contrata como guardaespaldas al abogado Bob Regan, que tiene un romance con la secretaria de Colby. Un día, Kroner se presenta armado ante Colby, y Regan lo mata. Pero, a partir de ese momento, Regan, empieza a sospechar que ha sido utilizado. (FILMAFFINITY)
30 de noviembre de 2016
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las empresas de Andrew Colby, están pasando por un período de prosperidad y, cuando el empresario conoce a Robert Regan, la suerte de abogado diligente, arriesgado y con lealtad a su cliente… ¡aunque esté luchando por una suma irrisoria!, Colby siente que es el hombre que necesita para protegerse de su antiguo socio, Leopold Kroner, quien acaba de salir de la cárcel tras un asunto con bonos falsificados por un millón de dólares. Regan, se deja tentar por el dinero que le ofrecen… se hace con un revólver… y muy pronto lo estará usando contra un hombre que, según parece, no debía morir.

La investigación que sigue, a la que se sumará el teniente Damico, es de lo más atractivo que nos haya ofrecido el Cine Negro de los años 40', combinando en equilibradas dosis, el drama, el suspenso, el romance… y de paso, la necesaria crítica social. El director, Michael Gordon, demuestra aquí que ha alcanzado la madurez absoluta, logrando contar su historia con una dinámica irresistible y logrando bordar unos personajes sólidos y entrañables.

El abogado, Robert Regan (magnífico, Edmond O’Brien), es esa suerte de hombre con principios que salió de la universidad dispuesto a servir a la gente de escasos recursos la cual suele ser víctima de la prepotencia de los “poderosos”, pero, como tampoco le hace asco al dinero, está dispuesto a tomar las oportunidades que le brinde la vida… siempre que, en su tarea, pueda hacer lo que considera correcto. El papel que jugará aquí, demuestra de nuevo que, para no llevarse singulares sorpresas, es mejor que, en la vida, ¡jamás subestimes a nadie!

Amigable, generoso y de una prudencia ejemplarizante, el comisario Damico (impecable, William Bendix), es toda una lección de hombre de ley y la suerte de amigo en quien se puede confiar, aún en los momentos más comprometidos. Como empresario, Andrew Colby (Vincent Price, haciendo lo que mejor supo hacer), es la clase de empresario capaz de lucir encantador en cualquier momento, pero, su otra cara la guarda muy bien para los momentos forzosos; y la secretaria, Noel Faraday (muy atractiva, Ella Raines), representa a la chica con los pies en tierra, de las que saben estar con quien tienen que estar.

El guion de, William Powers y Bertram Millhauser, basado en una historia de Harry Kurnitz, resulta efectivo por donde se le mire… y goza, además, de unos diálogos profundamente halagadores, donde cada palabra está hecha para significar, despertar inquietudes o para permitirnos comprender lo necesario. Cada personaje resulta brillantemente caracterizado, y nuestra conexión con la historia, se consigue desde el primer minuto en que, el valiente abogado, irrumpe con admirable firmeza en la junta que lleva a cabo el próspero empresario. También, en ese mismo momento, entrará en el corazón de la linda secretaria… y ella en el de él.

<<LA ARAÑA>> (“La Red”, sería más ajustado) es la clase de película que me deja totalmente satisfecho.

Cierro con un diálogo sobre el que vale la pena pensar un poco:
- Es muy raro encontrar hoy día lealtad.
- Puede comprarla en cualquier tienda de mascotas de la ciudad.
- ¡Desgraciadamente, creo que es sólo allí donde podría encontrarla!

Título para Latinoamérica: <<LA TELARAÑA>>
Luis Guillermo Cardona
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