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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Drama En una ciudad marroquí donde está la Legión extranjera, Amy Jolly (Dietrich), una cantante de cabaret que por problemas económicos se ve obligada a cantar en un café de segunda fila, tiene como novio a un rico pintor (Menjou), pero se enamora del apuesto legionario Tom Brown (Cooper). (FILMAFFINITY)
23 de abril de 2009
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocos directores saben tanto del amor como Josef von Sternberg. Sus películas, lo reflejan en su especial grandeza, en su efectivo poder y en su inmensa generosidad. El austriaco nos estremece el alma y nos despierta una sensación de plenitud, de complacencia sin reproches y de profunda empatía con sus personajes.

Con una exquisita iluminación llena de contrastes, luces tenues y sombras íntimas, y con una composición escénica cuidada hasta en el más mínimo detalle, sus obras resultan visualmente fascinantes y el concepto de arte se percibe por doquier. Observen una sola escena: Una salida hacia el desierto, vista desde un portón con forma de gigantesco corazón. Una mujer enamorada que ve alejarse a su hombre en medio de una legión extranjera que no vuelve la mirada. Un sonido de tambores que se aleja lentamente. La mujer deja entonces al otro hombre que también la ama y acepta sin reparo sus decisiones. Se quita los elegantes zapatos y sale decidida a unirse con las demás mujeres que, enamoradas, siguen a sus legionarios.

Personajes como estos, subliman una película. Son maduros, claros, desapegados, aceptan al otro como es y se desprenden cuando consideran necesario hacerlo. “La Venus Rubia”, y muy especialmente “MARRUECOS”, dan perfecta cuenta de estas maravillas.

La historia transcurre alrededor de un cabaret en el que comienza a triunfar Amy Jolly, una cantante recién llegada que atrae la atención de todo el mundo. Su empresario la aconseja que se busque un protector y le sugiere que se lo busque entre los oficiales, pues, los soldados ganan muy poco y no ofrecen mucha seguridad. Dicho y hecho, cuando Amy sale a escena, en segundos se siente flechada por un alto y apuesto… ¡soldado! quien, con energía intenta acallar a quienes obstaculizan que ella pueda dar inicio a su canción.

Después, tendrá lugar una curiosa y atrevidísima escena (recuérdese que la historia transcurre en 1930), en la que la Dietrich (sensual y encantadora como nunca) se acerca hasta una chica, le pide la flor que lleva en su cabello, y tras pensarlo un par de segundos, la besa en la boca sin ningún reparo. Es su primera película hollywoodense y ésta resulta una confesión pública y osada de sus preferencias sexuales.

Pero, esta escena es un guiño aislado porque, su lugar aquí, es el de una mujer descreída de los hombres quien, en Tom Brown, ha de ver el resurgimiento de su inmensa fe. Gary Cooper, le da perfectamente la medida logrando plasmar un personaje carismático, donjuanesco y desprendido, que también encuentra en Amy la medida de su zapato.

El romance es sereno, pulcro, y con sutiles demostraciones de su surgimiento y consolidación. El tercero en escena, Monsieur La Bessiere (un sereno Adolph Menjou), es ejemplo perfecto del hombre que sabe vivir: Da y no exige; ama, pero no somete; tiene poder y jamás abusa de él; le agradaría formar una pareja, pero acepta, sin objeciones, la libre decisión de la mujer a la que ama.

"MARRUECOS", es una película con olor a eterna memoria.
Luis Guillermo Cardona
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