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Voto de Luis Guillermo Cardona:
6
Acción. Thriller Un ex presidiario (Dwayne Johnson) quiere vengar la muerte de su hermano, ocurrida años antes cuando ambos daban un golpe. Un veterano policía (Billy Bob Thornton), al mismo tiempo que sigue sus pasos, intenta averiguar quiénes fueron los culpables del asesinato. (FILMAFFINITY)
21 de julio de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una historia acerca de tipos malos, requetemalos. Juegan como asaltantes, asesinos a sangre fría, matones a sueldo, y alguno de ellos, consumado violador. El protagonista es un chofer profesional que, al salir de la cárcel, tiene una idea fija en la cabeza: cobrar venganza a los tipos que asesinaron cobardemente a su hermano y se apoderaron del dinero obtenido por ellos tras un asalto. Lista en mano, el diestro conductor y certero tirador, comenzará a perseguir uno a uno a sus enemigos... mientras que dos policías salen en su busca y un asesino a sueldo (inspirado en el hombre sin nombre que representaba Clint Eastwood, según puede deducirse del tono musical que ha puesto en su móvil) recibe la orden de eliminarlo. De hecho, acá tampoco tienen nombre los protagonistas y son: el conductor, el policía y el asesino. Solo a la mujer policía, de ascendencia italiana, se la llama Cicero, que tampoco es su nombre sino un término que se usa para describir a alguien dulce y amable.

Historia perfecta para otro sanguinario bodrio al estilo de los que hacen, comúnmente, los más populares fortachones del cine (Stallone, Van Damme, Seagal…) y otros matriculados en las vomit-movies. Y habrá bastante de esto como para que los aficionados al género no queden disgustados. Pero, lo llamativo, es que el filme de George Tillman Jr., director al que recordamos por su estupenda “Hombres de honor”, consigue atraparnos cuando sentimos que pretende decir algo de lo que nunca han dicho los mercenarios del género.

¿Y qué es lo que quiere decirnos? Primero que los tipos “malos” también tienen su corazoncito y son capaces de ser sensibles ante determinadas situaciones y con particulares personas. Es decir, que no son tipos desechables sino hombres que por alguna razón torcieron su camino, pero que, como todos, también ansían amar y obtener un poco de esquiva felicidad.

Y Tillman nos da sus razones: el conductor se sumó al asalto para ayudar a su hermano quien se endeudó con unos matones. El asesino a sueldo ha llegado a creer que es un cirujano que sólo elimina el cáncer de la sociedad. El pastor actuó presionado y quiso oponerse al acto criminal… Y así, con excepción del psicópata y uno o dos casos más, el director consigue que no sintamos complacencia alguna por los crímenes que se cometen y más bien asume el firme propósito de que veamos a seres humanos en medio de sus errores y de su maldad.

De otro lado, en ese propósito de sangre, fluye un constante llamado al perdón y a la reconciliación, que luego se ejemplariza de manera significativa. Y así, el mensaje llega a quienes busca llegar, que son precisamente aquellos que no elegirán “Ángeles en el paraíso”, para pasar una tarde de domingo.

Título para Latinoamérica: “VENGANZA LETAL”
Luis Guillermo Cardona
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