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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7.797
Western
Las tribus indias planean unirse para una guerra total contra los blancos. Brittles, un veterano capitán de caballería, recibe la orden de evitar las concentraciones de indios, al tiempo que debe escoltar a la esposa y a la sobrina de su comandante. Además, ha de impedir que un traficante venda una partida de armas a los indios. Esta triple misión será la última del capitán antes de su jubilación. (FILMAFFINITY)
22 de mayo de 2010
26 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una tarde de verano, una guapa chica se acerca a su madre, y enseñándole un fajo de billetes, le comenta:
-Mira mami, he ahorrado este dinero... pero, no sé si invertirlo en la matrícula para la universidad o hacerme implantar silicona en las “maruchas”.
–Esa decisión es fácil, hija –le dice su madre-, haga lo segundo, porque los hombres miran mucho, pero, piensan poco.
Bueno, íbamos a hablar de “LA LEGIÓN INVENCIBLE”, el western que, el director John Ford, haciendo eco de una impensada cursilería, tituló “She wore a Yellow Ribbon”, porque hay una chica que, casi toda la película, lleva en el pelo una cinta amarilla como indicación de que está enamorada, pero, aquel que cree que es por él, está equivocado de la e hasta la o. En español, el título elegido fue, “LA LEGIÓN INVENCIBLE”, seguro sin haberla visto porque, desde el principio y en la vida real, cansados de los atropellos y de los brutales métodos con que los militares estadounidenses -obsesionados con la fiebre del oro-, les expropiaban día a día sus tierras asesinando a mujeres, niños y ancianos, los indios finalmente se dispusieron a darles una paliza que les cobró la vida al coronel George A. Custer y al 7° regimiento de caballería… y no los atacaron diez mil indios (en cada película sobre el tema crece esta cifra), sino unos tres mil, pues, ese era el total exacto de guerreros con que los nativos contaban. Y los muertos de la caballería tampoco fueron 212 (esta cifra siempre la minimizan), sino 266 oficiales y una larga fila de soldados que andaban tras ellos. ¡Qué tal esto!
Después, el contraataque a los indios lo emprendieron tres columnas con casi ¡tres mil soldados! y bueno... hoy quedan muy pocos nativos y el 95% de sus tierras ya pertenecen a los agresores.
“LA LEGIÓN INVENCIBLE”, es un filme con una fotografía para enmarcar. Posee todas las postales nostálgicas del western que se pueda desear, pues, Ford, puso un gran empeño en imitar los famosísimos óleos de Frederic Remington que le encantaban. Pero, es un filme útil apenas para recrear la vista, pues, su historia, además de ser denodadamente ficticia, es burda, banal y penosamente pro-yanqui, donde hay cabida hasta para frases, como la siguiente, que enaltecen a los ejércitos invasores y dan validez al arrasamiento de los pueblos: “Iban donde iban y lucharan donde lucharan, aquel lugar se convertía en los Estados Unidos”.
Pero, bueno, usted tiene derecho a decir que este filme le encanta... ¡ese no es asunto mío!
-Mira mami, he ahorrado este dinero... pero, no sé si invertirlo en la matrícula para la universidad o hacerme implantar silicona en las “maruchas”.
–Esa decisión es fácil, hija –le dice su madre-, haga lo segundo, porque los hombres miran mucho, pero, piensan poco.
Bueno, íbamos a hablar de “LA LEGIÓN INVENCIBLE”, el western que, el director John Ford, haciendo eco de una impensada cursilería, tituló “She wore a Yellow Ribbon”, porque hay una chica que, casi toda la película, lleva en el pelo una cinta amarilla como indicación de que está enamorada, pero, aquel que cree que es por él, está equivocado de la e hasta la o. En español, el título elegido fue, “LA LEGIÓN INVENCIBLE”, seguro sin haberla visto porque, desde el principio y en la vida real, cansados de los atropellos y de los brutales métodos con que los militares estadounidenses -obsesionados con la fiebre del oro-, les expropiaban día a día sus tierras asesinando a mujeres, niños y ancianos, los indios finalmente se dispusieron a darles una paliza que les cobró la vida al coronel George A. Custer y al 7° regimiento de caballería… y no los atacaron diez mil indios (en cada película sobre el tema crece esta cifra), sino unos tres mil, pues, ese era el total exacto de guerreros con que los nativos contaban. Y los muertos de la caballería tampoco fueron 212 (esta cifra siempre la minimizan), sino 266 oficiales y una larga fila de soldados que andaban tras ellos. ¡Qué tal esto!
Después, el contraataque a los indios lo emprendieron tres columnas con casi ¡tres mil soldados! y bueno... hoy quedan muy pocos nativos y el 95% de sus tierras ya pertenecen a los agresores.
“LA LEGIÓN INVENCIBLE”, es un filme con una fotografía para enmarcar. Posee todas las postales nostálgicas del western que se pueda desear, pues, Ford, puso un gran empeño en imitar los famosísimos óleos de Frederic Remington que le encantaban. Pero, es un filme útil apenas para recrear la vista, pues, su historia, además de ser denodadamente ficticia, es burda, banal y penosamente pro-yanqui, donde hay cabida hasta para frases, como la siguiente, que enaltecen a los ejércitos invasores y dan validez al arrasamiento de los pueblos: “Iban donde iban y lucharan donde lucharan, aquel lugar se convertía en los Estados Unidos”.
Pero, bueno, usted tiene derecho a decir que este filme le encanta... ¡ese no es asunto mío!
