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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama Susana escapa del reformatorio donde estaba encerrada y llega a la hacienda de don Guadalupe. Allí es recibida como un miembro más de la familia por doña Carmen, su hijo Alberto, la sirvienta Felisa y el caporal Jesús. Repuesta de sus heridas, la paz de esta familia católica se verá amenazada por la joven, que introduce la tentación en su seno. Sus coqueteos y falsa inocencia encenderán la pasión de los varones de la hacienda, sembrando ... [+]
25 de octubre de 2009
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La palabra, Lucifer, viene del latín, lucis > luz, y de, ferre > llevar, portar. Es decir: Portador de luz. El que ilumina. La tentación, es así, la magnífica (o terrible, según quiera verse) oportunidad que nos ofrece la vida de enfrentar nuestros puntos débiles, aquellos que aún no logramos dominar, perfeccionar o iluminar; y la tentación persistirá hasta que lo logremos… o hasta que decidamos perdernos. La elección es nuestra… y las consecuencias también.

Sin las tentaciones no podríamos avanzar en nuestro sendero de luz porque, es mediante ellas que se prueba el carácter, la honestidad, la fortaleza. Vencerlas es un gran triunfo. Caer en ellas una nueva derrota. Al dominarlas se avanza y se progresa; al ser doblegados por ellas, se retrocede y se empobrece nuestro espíritu.

Lucifer, es tan sólo un instrumento del Universo con el cual participamos en el Juego de la Vida. Él nos pone las cáscaras; los Guías Espirituales nos dan pistas para que no las pisemos. Esta energía luciférica (o demoníaca, si así se quiere llamarla), es la que anima al político para que robe los dineros del pueblo; es la que motiva al alumno para que trampee en los exámenes… y al esposo para que se deje seducir por la joven y hermosa chica que acaba de ponerse en su camino.

El tentador no es malo como se afirma, sólo se aparece de tanto en tanto cual si fuera un auditor que viene para decirnos cosas como éstas: “Muéstrame a ver cómo se halla tu moral". "A ver qué tan fuerte se encuentra tu honestidad”. Se han preguntado, ¿cuántas personas son “honestas” sólo por los controles que les impone el medio en que se desenvuelven? Si se pudiera actuar impunemente, muy, pero muy pocos, se conservarían dignos. En este sentido, Susana fue un instrumento que permitió probar que, la vida en la hacienda de don Guadalupe, sólo era digna en apariencia, pues, su sensual y provocadora presencia, muy pronto sacó a flote la capacidad de chantaje y violación del caporal Jesús; afloró la saña y la intolerancia de Felisa; sacó a flote la represada agresividad de doña Carmen... y afloró los deseos reprimidos del joven Alberto, y del hipócrita, don Guadalupe.

Luis Buñuel, logra una película que toca la fibra a muchos, quizás demasiados seres humanos que a diario se tiran sus principios en el delicioso (y peligroso) juego sexual del que nos participa Luci, quien, bien que sabe lo poderosa que es la carne para jodernos la vida. Pero, lamento tener que decir que, el director español, se ha equivocado rotundamente en la manera como resuelve esta historia, pues, la redención nunca será el premio cuando la tentación ha logrado su propósito de hacernos caer... y aquí, quienes quedan como triunfadores, se lo deben solamente a un mal juicio del árbitro.

Rosita Quintana, me merece un fuerte beso por su deliciosa interpretación de Susana… Me da la impresión de que, pese a la resolución que le dio al filme, a Luis Buñuel lo puso a caminar por las nubes… y hasta yo me estaba sintiendo tentado.

<<SUSANA (DEMONIO Y CARNE)>>, es una muy buena historia que se merecería un remake donde, al final, se haga justicia.

Título para Latinoamérica: SUSANA / SUSANA, CARNE Y DEMONIO
Luis Guillermo Cardona
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