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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Western Un pistolero que se ha ganado una buena reputación por su habilidad en el duelo, llega a un pequeño pueblo que vive bajo el terror de una banda de forajidos. El joven decide ponerse de parte del sheriff... (FILMAFFINITY)
3 de febrero de 2024
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La expansión del territorio de los Estados Unidos de Norteamérica hacia áreas mexicanas y la manera como los blancos se apoderaban de las tierras de las tribus nativas, era harto parecida: Llegaban con grandes ejércitos que amenazaban, incendiaban y asesinaban, y luego los obligaban a firmar las concesiones, pagándoles cualquier suma irrisoria para que “conste que no fue un robo, ni una expropiación, sino una compraventa legal”.

Esta “elegante táctica”, la aprendieron enseguida los cuatreros, los ladrones de tierras a pequeños rancheros… y los expropiadores de concesiones mineras, los cuales amenazaban, pagaban ¡un dólar! por la firma en el certificado de concesión… y enseguida asesinaban al propietario para que nadie pudiera delatarlos.

Canallas de este calibre son los que vamos a conocer en, <<DUELO EN SILVER CREEK>>, pero, como siempre ocurre, surgirá alguien empeñado en hacer justicia, y cuando asesinan a su padre se irá al pueblo donde cree que puede encontrar a los criminales… y terminará convertido en ayudante del comisario y con los ojos bien puestos en todos los que considera sospechosos. Luke Cromwell, a quien comienzan a llamar, The Silver Kid, por su destreza con el revólver, es un chico astuto y resulta más sagaz que el propio sheriff a quien llaman Relámpago, porque también es muy hábil con las armas… pero éste es un buenazo capaz hasta de caer en las redes de una traicionera araña que ronda por el pueblo.

La historia, escrita por el prolífico, Gerald Drayson Adams, en colaboración con Joseph Hoffman, resulta un buen reflejo de la realidad, y es muy entretenida, pues, se apoya en acertados diálogos y en situaciones que van definiendo personajes muy interesantes. Así, Opal Lacy -a quien el sheriff decide llamar, ‘Ojos marrones”- es la suerte de mujer que, ofreciendo una apariencia de mujer elegante y con mucha clase, esconde una temible personalidad capaz de cualquier atrocidad con tal de asegurar sus perversos intereses. Rod Lacy, también funge como empresario de bien, amable y servicial… pero tras él hay una personalidad sombría como las de ciertos políticos que conocemos. Dusty, es la joven que admira con discreción al comisario, y está dispuesta a mostrarse valiente con tal de llamar su atención… pero quizás alguien más interesante se cruce en su camino.

Fue, éste, el primer western realizado por, Don Siegel, en el cual demuestra que tiene oficio para la puesta en escena y la dinámica narrativa… pero, deja cabos sueltos que no resultan fáciles de digerir (¿Cómo es que Luke abandona a su padre si seguía vivo?, ¿Cómo así que la banda de los ladrones de concesiones desaparece como por encanto, si el comisario y sus hombres les estaban pisando los talones? ¿Cómo es que nadie sospecha de un pañuelo desanudado que antes estaba anudado y tampoco ven huellas en el cuello de una víctima que fue estrangulada?...)

Como siempre, Audie Murphy, con suficiente carisma en este interesante ejercicio de justicia. Lo acompañan: Faith Domergue (Opal), Stephen McNally (el comisario Relámpago), Susan Cabot (Dusty), Gerald Mohr (Rod)… y también vemos a un joven, Lee Marvin, como el pendenciero Tinhorn Burgess.

Título para Latinoamérica: MATAR O MORIR
Luis Guillermo Cardona
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