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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama El sargento James Gregory, un sudafricano blanco, fue el guardián que custodió a Nelson Mandela, desde su entrada en la prisión de Robben Island a finales de los 60 hasta su liberación en 1990. Durante 25 años, Gregory se ocupó de Mandela día tras día, supervisando sus visitas y su correo, pero sus ideas sobre el 'apartheid' fueron cambiando y poco a poco se convirtió también en su confidente. (FILMAFFINITY)
6 de diciembre de 2013
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es la historia de un hombre que, por defender la libertad, tuvo que pasar 27 años de su vida como prisionero del régimen extranjero que dominaba a su patria. Desde 1968, cuatro millones de blancos tenían sometidos por la fuerza y la tiranía a veinte millones de negros signados por la pobreza, la ignorancia, el desempleo, la falta de oportunidades… y la segregación (apartheid). En este abominable momento histórico, Nelson Mandela se había convertido en líder de la causa contra la discriminación racial, por la igualdad de derechos, y por el respeto para todos los hombres cualquiera que fuese su condición.

Su movimiento iba tomando fuerza porque la gente creía en aquel abogado de fuertes principios y de compromisos democráticos a toda prueba. Mandela convocaba a la desobediencia civil y a la desestabilización del régimen, y tenerlo en la cárcel era la forma con la que se pretendía doblegarlo hasta que renunciara a sus pretensiones.

Sobre su larga estancia en la rigurosa prisión de Robben Island, donde, con varios de sus seguidores, pasó 18 difíciles años de confinamiento y trabajos forzados, antes de que lo pasaran a cárceles más confortables para calmar a sus airados seguidores; y haciendo alusión, también, a su especial relación con el por entonces sargento y luego subteniente, James Gregory, se desenvuelve esta notable y emotiva historia que sirve para conocer, comprender, y quizás aprender a valorar, a uno de los personajes más representativos de la historia contemporánea.

El veterano, Dennis Haysbert (“Insomnia”, “The Thirteenth Floor", "Far from Heaven"…), consigue darnos una personificación bastante carismática de Nelson Mandela; y Joseph Fiennes, hace muy creíble su ambivalencia al relacionarse con el líder negro. Por su parte, Diane Kruger, da la medida como la esposa del guardián, esforzándose cuanto puede por aceptar lo que parece predestinado para su inconforme esposo.

Reafirmándose en su coherencia política y en su vitalidad narrativa, el director danés Bille August, nos ofrece con, <<ADIÓS BAFANA>>, otro filme pletórico de calidad humana, sensibilidad frente a los oprimidos, y compromiso con los derechos de la humanidad entera. Su filme es objetivo, mesurado, manteniendo la balanza en su justo punto medio, y dando a cada quien el crédito que se merece. Una vez más, y como lo hacía también el gran líder sudafricano que estará para siempre en nuestro recuerdo, la condena de August no apunta hacia individuo alguno, sino hacia aquellos sistemas que niegan la libertad y que impiden, a la mayoría de los seres humanos, el derecho a participar de las bondades de la tierra.

Mandela lo dijo y será por siempre una verdad inalienable: “Si los que tienen el poder niegan el camino a la libertad, el único camino a la libertad es el poder”.

Título para Latinoamérica: EL PRECIO DE LA LIBERTAD
Luis Guillermo Cardona
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