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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Ciencia ficción La película de ciencia-ficción por excelencia de la historia del cine narra los diversos periodos de la historia de la humanidad, no sólo del pasado, sino también del futuro. Hace millones de años, antes de la aparición del "homo sapiens", unos primates descubren un monolito que los conduce a un estadio de inteligencia superior. Millones de años después, otro monolito, enterrado en una luna, despierta el interés de los científicos. Por ... [+]
15 de junio de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocos directores inspiran tanto respeto y admiración como Stanley Kubrick, un hombre cuya pasión por el cine la llevó hasta la obsesión. Investigador exhaustivo, quería saberlo todo sobre cada tema que tratara y escribía sus guiones de manera minuciosa, cuidando que cada detalle fuese veraz, coherente y significativo… Y luego, dedicaba los días y las noches a definir meticulosamente cada plano, cada escenografía, cada iluminación… Por esta razón no hizo muchas películas. Y a medida que avanzaba su reconocimiento, su compromiso se hizo cada vez mayor, pudiendo tomarse varios años antes de sacar a la luz una nueva obra. Esto es lo que yo llamo Vocación y Kubrick la tenía en cada átomo de su cuerpo.

Pero, por grandes que sean el talento y el esfuerzo, no hay nada que resulte del gusto de todos, pues la disparidad intelectual es evidente en el mundo. Le ha sucedido a Kubrick y a todos los genios del mundo. Penetrar la verdadera esencia de “2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO”, no es cosa simple. Yo mismo tuve que verla en tres ocasiones antes de sentirme complacido, y ya no me molesta que todavía algunos momentos me fatiguen sobremanera. Ahora comprendo que este filme no pretende divertirnos… pretende concientizarnos. ¿Qué vemos? ¡La inmensa banalidad que solo ha servido para deshumanizarnos! Y, ¿saben qué? creo que esto es, precisamente, lo que demanda nuestro brillante Kubrick, aún a costa de que su filme aburra. Es como si nos dijera: les voy a mostrar todo lo que ha avanzado la tecnología… ¿y qué tenemos? Hombres robotizados, comiendo desabridos concentrados y con menos sentimientos que una computadora. ¿Y qué hemos descubierto tras llegar hasta la luna? ¡Lo mismo que aquellos monos del pleistoceno: un monolito que nos indica que hay inteligencia superior en otros planetas y un artefacto que lo mismo sirve para construir que para matar!

En un exhaustivo y sedante paseo por la Nasa, vemos los logros automáticos, la modernidad de los espacios, las computadoras 9000 con un record de funcionamiento de cero errores... pero Kubrick sabrá contarnos lo que hay detrás de todo este alarde y pretencioso recorrido. y lo único capaz de despertarnos un mínimo sentimiento será la computadora HAL cuando, en un momento definitorio de su poder alcanzado, entone la conmovedora canción “Daisy, Daisy”.

La superficialidad que anida en cada frase y esa frialdad de la tripulación, incapaz de despertar el más mínimo entusiasmo, no es descuido de Kubrick, es la realidad escueta en un medio donde las cifras han ocupado el lugar del corazón. Por eso, ese eterno retorno nietszcheano, reflejado en los monolitos, en la música que oímos una y otra vez, y aún en esa ida y regreso en el tiempo de Bowman, que deja la esperanza del renacer del hombre.

Plausibles los estupendos logros en la fotografía nunca antes vistos y, especialmente, ese clarísimo contraste entre avances tecnológicos y deshumanización.

Título para Latinoamérica: “2001: ODISEA DEL ESPACIO”
Luis Guillermo Cardona
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