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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Western El azar obliga a un pobre campesino a sustituir al sheriff para escoltar a Ben (Glenn Ford), un peligroso delincuente, que es, además el jefe de una banda de temibles forajidos. Tras cometer un asesinato, Ben es apresado y escoltado hasta un pueblo, por donde pasa el tren que debe llevarlo a Yuma (Arizona) para ser juzgado. Mientras tanto, su banda prepara su rescate. (FILMAFFINITY)
16 de noviembre de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una época (años 1950-60) en que la mayoría de los westerns se rodaban a color, después de discutirlo con su cinematografista, Charles Lawton Jr., el director Delmer Daves, decidió rodar, <<EL TREN DE LAS 3:10>>, en blanco y negro. ¿Había una buena razón para tomar esta decisión?

Yo creo que sí, pues, en toda la historia se nota la añoranza por la verdadera justicia, por esa suerte de hombres de ley que, fieles a sus principios, se volvían incorruptibles. Dan Evans, está padeciendo una difícil situación económica a causa de la sequía. Su esposa y sus dos hijos, contra todo lo siguen amando porque saben que es un hombre bueno… pero, la necesidad de dinero hace que, Dan, vea el mundo gris, así que, por ganarse 200 dólares, se suma al requerimiento que hace, Butterfield, el recién asaltado dueño de la línea de diligencias, quien desea que el jefe de la banda, Ben Wade, al que han capturado, sea llevado hasta un pueblo cercano llamado, Contention, desde donde será trasladado luego a Yuma, en el tren de las 3:10 de la tarde, donde se espera sea juzgado por robo y asesinato.

Lo que ocurrirá desde entonces, recrea con eficacia el comportamiento de un delincuente astuto, seductor y capaz de sobornar hasta límites insostenibles (¿irrechazables?), más cuando ha conocido la situación en que vive el que ahora es su guardián.

Sirviéndose de ese gran actor que fuera, Van Heflin, el personaje de, Dan Evans, cobra un gran valor logrando expresar, más con su rostro que con sus palabras, lo que sentiría cualquier hombre de familia al verse en la situación que él se encuentra ahora. Junto a él -¡y en la suite nupcial del hotel del pueblo!- estará, Glenn Ford, quien como Wade, tendrá el encanto y la astucia con las que se convence fácilmente… y si no pregúntenle a la bella Emmy (Felicia Farr).

La salida que ofrecerá la trama no es resultado de un capricho, es más bien esa poderosa luz que advierte el que se encuentra en la oscuridad, y ante la que consigue sentir tanta admiración que es incapaz de resistirla.

Así las cosas, <<EL TREN DE LAS 3:10>>, es una historia ejemplar. El guion de Halsted Welles, basado en una historia de Elmore Leonard, nos remite inevitablemente a, “High Noon” (Fred Zinnemann, 1952), película alegórica también, en la que otro hombre de ley se encontrará solo frente a un grupo de malosos que pretenden acabarlo. Sin embargo, cada filme se inclina a lo suyo, pero, lo que más los une, es la eficacia narrativa con la que, cada director, ahonda en la psicología de los personajes y recrea la indiferencia social que es la que, comúnmente, facilita las cosas a los delincuentes.

No parece estar cercano, pero, sólo hasta el día en que, la honradez y la integridad ocupen el lugar que se merecen en toda sociedad, será cuando veamos la tierra reverdecer.

Título para Latinoamérica: <<EL TREN DE LAS 3:10 A YUMA>>
Luis Guillermo Cardona
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