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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Comedia Un anciano millonario sin familia, que pretende dejar toda su fortuna a los descendientes de una novia suya que lo rechazó, se traslada a la localidad donde residen para comprobar cómo viven sus futuros herederos. (FILMAFFINITY)
10 de enero de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Samuel J. Fulton tiene las alas caídas. Todo el dinero que ha acumulado en la vida no le ha servido para ser feliz, y ahora, al lado de su abogado y de su médico, está a punto de firmar su testamento. Como no tiene pariente alguno, decide legar todos sus bienes a una tal familia Blaisdell que vive en Hilverton, Belmont. ¿Por qué la ha elegido? Fulton tiene una buena razón: ¡Agradecimiento! Estuvo enamorado de Millicent, la madre de Harriet Blaisdell, y gracias a que ella no quiso casarse con él, pudo marchar en busca de oro y de petróleo… y así se hizo millonario.

Sus asesores lo convencen entonces de que sería bueno asegurarse de que los Blaisdell no sean gente de mal vivir que dilapide la herencia… y así, Fulton se quitará la barba y se convertirá en John Smith (cualquier semejanza con el militar y aventurero del siglo XVI-XVII que estableció el primer asentamiento británico en Norteamérica y quien tuvo un breve romance con la amerindia Pocahontas, es inevitable), y con su nueva personalidad, se las ingeniará para hospedarse con los Blaisdell… y así comienza una encantadora comedia donde se demostrará ampliamente que hay algunas razones por las que no siempre conviene hacerse ricos.

Charles Coburn y Gigi Perreau, el “avaro” ricachón y la hospitalaria Roberta, se merecían todo el cartel en este filme, pues con su estupenda amistad, haciendo trío con el perro Penny, harán que sintamos una grata corriente de calor humano –y perruno- que se sostendrá complaciente durante toda la comedia. La historia desborda ingenio, recursividad, simpatía, deliciosos y mordaces diálogos, y hasta hará eco de la frase que eternizara el también escritor Smith: “El que no trabaja, no come”, que si fuera cierta, uno se pregunta ¿por qué siempre comen los empleados oficiales?

El director alemán afincado en Hollywood, Douglas Sirk, se sirve de una ajustada y lujosa ambientación que, filmada en un technicolor de preciosos tintes, semeja la historia a un cuento de hadas en el que aflorarán aquellas reacciones humanas que dan sentido a la existencia. Y así, la observación permitirá determinar la conveniencia, la dadivosidad dará lugar a que se vean los cambios que se producen en el ser, la solidaridad hará visible la reciprocidad, y entre otras cosas, el amor demostrará que no nace donde solo hay abundancia material sino, preferentemente, donde hay compromiso, lealtad y afecto sin pretensiones.

“¿ALGUIEN HA VISTO A MI CHICA?, es una comedia ¡tan encantadora! que, es bien seguro que si hay alguien que todavía piense que la vida no tiene sentido, aquí encontrará muy buenas razones para comprobar que Sí lo tiene y que la pregunta clave ya no es: ¿Qué me está dando la vida? sino ¿Qué le estás dando tú a la vida?

Título para Latinoamérica: “LO QUE HACE EL DINERO”
Luis Guillermo Cardona
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