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Voto de Luis Guillermo Cardona:
6
Aventuras. Drama El Titanic era el trasatlántico más grande de su tiempo, una maravilla de la ingeniería. Sus constructores estaban convencidos de que era insumergible. En 1912 partió del puerto de Southampton con destino a Nueva York. Sus pasajeros eran la flor y nata de la sociedad de aquel tiempo. (FILMAFFINITY)
22 de mayo de 2012
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comparar el “TITANIC” (1953) de Jean Negulesco, con la versión de 1997 realizada por James Cameron, es algo así como colocar, uno al lado del otro, un televisor de 16 pulgadas, en blanco y negro, modelo 55, y un televisor Led-3D de 32 pulgadas, full color, modelo 2012... Las diferencias técnicas son abismales y la definición de imagen y sonido en una progresión del mil por ciento.

Negulesco había soñado con hacer su película en colores y con un gran despliegue técnico, pero lo primero no pudo darse porque, por aquellos días, se estaba experimentando con el Cinemascope y los presupuestos de las últimas producciones se redujeron sustancialmente. Esto mismo, hacía que la nómina de técnicos de efectos especiales estuviera bastante reducida, y los pocos que había disponibles, repartían su tiempo entre seis o siete producciones que se filmaban al mismo tiempo en diferentes platós.

Así, su película quedó reducida al presupuesto de una historia apta para la tv. La salvaba un buen reparto que incluía a la siempre estupenda Barbara Stanwyck haciendo un rol de mujer consecuente y de mente abierta, frente a un Clifton Webb, empinado como siempre, pero además aquí, conservador y reaccionario, bien necesitado de una buena lección que su esposa y su hijo no escatimarán en dársela.

La historia, que sin duda se tomó como punto de partida para el guión que rodaría Cameron, incluye también la historia de amor entre la chica aparentemente a gusto viviendo entre aristócratas, y el joven sin clase que pronto la conquista con su entrega y entusiasmo. Pero ni qué decir de lo undívago y ligero que resulta este romance, sobre todo cuando ya se ha visto la vitalidad, la potente emocionalidad y el inmenso compromiso que adquiere en la última versión. Y por supuesto, Robert Wagner y la linda Audrey Dalton, ni por asomo alcanzan la fuerza conque, Di Caprio y Kate Winslet, han inmortalizado la nueva aventura.

“EL HUNDIMIENTO DEL TITANIC”, como se ha dado en llamar en España al filme de Negulesco, tiene a su favor la interesante confrontación que se da entre los personajes de Richard y Julia Sturges (Webb y Stanwyck) cuyo matrimonio está a punto de venirse al traste por la rigidez y el arribismo del hombre, y la liberalidad de la encantadora dama, quien se niega a aceptar para su hija un matrimonio movido por el interé$.

Recomendable solo para parejas que se semejen a aquella… y para aquellos que todavía no hayan tenido la inmensa satisfacción de ver el “Titanic” de James cameron.

Título para Latinoamérica: “Y EL MAR LOS DEVORÓ”
Luis Guillermo Cardona
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