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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama Durante la construcción de la vía del tren en el desierto de Altar, Sonora, un grupo de trabajadores comandado por Manuel Iglesias sufre las consecuencias del aislamiento y de un viento abrasador. La llegada de un grupo de ingenieros jóvenes, entre ellos el hijo de Manuel, contribuye a aumentar las tensiones. (FILMAFFINITY)
8 de julio de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando uno escucha la primera frase de la película, puesta en boca de Manuel Iglesias: “¡Maldito, algún día regresaré para partirte en dos!” ¿En qué puede pensar?... Así que, buena parte de la película me la pasé tratando de advertir quién era ese gran enemigo que tenía el nuevo Jefe de Cuadrillas de la División Sur que adelanta el riel (ferrocarril) en medio del desierto.

Iglesias tiene como principal enemigo a él mismo, pues, juega a ser duro e intolerante… para luego tener que hacer acto de contrición ante sus infortunadas decisiones. También ha asumido como rival a su esposa, quien abundaba en desprecio, reprensión y subestimación para con él. En su hijo, Jorge, también imaginamos a un posible enemigo, pues, los refuerzos de su madre han hecho que su padre lo crea un blandengue… y hasta, ‘Pequeño’ (el obrero fortachón) pareciera decidido a ser su acérrimo rival.

Así las cosas, <<VIENTO NEGRO>>, funciona como una trama psicológica dispuesta a demostrar que, en muchos casos, imaginamos a nuestros enemigos, pues, con demasiada frecuencia éstos se crean en nuestro interior mediante especulaciones mentales, sentimientos descontrolados, y dando cuerda a nuestros pensamientos negativos.

El viento negro de que nos habla el título, es una física y oscura nube de arena que, de tanto en tanto, se forma en el desierto y avanza imponente hasta cubrirlo todo a su paso… pero podría ser también, una metáfora indicadora de que los días negros pasan si sabemos enfrentarlos con entereza y recursividad.

Escrita por, Rafael García Travesí y Servando González, partiendo de la novela homónima de Mario Martini, la película tiene suficiente fuelle como para ser ampliamente apreciada, pues, resaltan en ella grandes valores como la perseverancia, la amistad, la empatía, el trabajo en equipo… y, muy especialmente, ese espíritu de sacrificio de la clase obrera, ejecutora final de todas las grandes obras que hoy sirven a la humanidad. Cada riel y cada trozo de madera puesto en una carrilera es labor de un humilde trabajador. Cada ladrillo que forma las paredes de un edificio fue tarea de un albañil… y cada objeto que usamos en nuestra vida cotidiana contiene un trozo del alma y de las manos laboriosas de un obrero o artesano.

La sensibilidad del director, Servando González, reluce en cada escena, y cada personaje es matizado para reafirmar nuestras propias contradicciones, al tiempo que nos revela lo arriesgado que resulta condenar antes de conocer hondamente las raíces de ciertos comportamientos.

El reparto, lo encabezan connotados actores mexicanos: David Reynoso (Manuel), José Elías Moreno (Lorenzo), Rodolfo Landa (Ingeniero Fernández), Fernando Luján (Ing. Julio), Eleazar García "Chelelo" (Picuy)… y cómo no mencionar al niño, Guillermo Sánchez, conmovedor en su rol de Juanjo.

En la línea de, “Iron Horse” (John Ford, 1924), “Union Pacific” (Cecil B. DeMille, 1939) y otras, <<VIENTO NEGRO>>, también entra en esa especial lista del cine hecho para trascender.
Luis Guillermo Cardona
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