Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Cine negro. Drama Nick Robey, un delincuente de poca monta que convive con una madre alcohólica, se ve arrastrado a cometer un atraco que sale mal. Presa del pánico, mata a un policía y se refugia en una piscina municipal, en la que conoce a Peg, una chica a la que seduce y acompaña a casa de sus padres. Sintiéndose acorralado, decide tomarlos como rehenes. (FILMAFFINITY)
8 de mayo de 2015
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las más comunes razones por la que se hacen tantas insignificantes películas, es porque el común de los directores aprende que clase de personal se necesita para hacer una película, saben elaborar un guión técnico, se habilitan para definir una puesta en escena y demás aspectos de orden formal… pero, la mayoría de estos muchachos, no ha vivido nada. Y cuando se carece de experiencias profundas; cuando no se ha cargado en el alma con el dolor y la amargura; cuando no se ha sentido en carne propia el agobio del fracaso; lo que es tener hambre y tener que satisfacer esta necesidad, y la de tus hijos, con cualquier cosa; cuando no se sabe lo que es sentir que casi todo el mundo se aleje o te cierre las puertas… no es posible comprender a cabalidad lo que otros han sentido, pues no se conoce el mango hasta que has comido algunos y tampoco se entiende el corazón hasta que, por éste, han palpitado los más tristes y los más sublimes sentimientos.

¡Qué gran ligereza dejar de lado una película por el simple hecho de que fue realizada en blanco y negro, con escaso presupuesto y sin despliegues técnicos de ningún orden! Quienes solo buscan escapismo de una realidad, para ellos insípida o compleja, quizás “valga” el buscar alardes técnicos, fantasías y todo lo que pueda alejarles del planeta tierra para que no se suiciden. Pero, para seres con Valor, que buscan comprender para poder crear; que saben que todo lo insatisfactorio hay que verlo como escuela preparatoria para poder transformar a futuro, el mejor cine y el mejor arte, es todo aquel que se hace con los problemas del hombre del común o también de los seres especiales), pero bordándolos debidamente con una efectiva génesis, un profundo conflicto y una significativa puerta de salida.

“YO AMÉ A UN ASESINO” es de esta suerte de películas. Recrea un incidente sencillo: un muchacho que, con un compinche, realiza un asalto, al compinche lo matan y él se verá abocado a buscar refugio en la casa de una joven que ha confiado en él.Nada épico, ni un solo efecto especial, seis o siete disparos en toda la película y ni siquiera un rostro que fascine… pero cada detalle, cada actitud de ese magnífico personaje, Nick Robey -que con el alma ha representado, John Garfield, antes de despedirse de este enrevesado mundo-, se parece muchísimo a cientos, quizás miles de hombres de los que vemos a diario en las calles o en las cárceles y tiene un gran peso para quienes sabiamente aspiren a conocer la naturaleza humana. Como él, esa muchacha llamada Peggy Dobbs (impresionante Shelley Winters), que se siente feucha por estar pasadita de carnes y que anhela amar, y ser amada, como cualquier ser humano, también nos ofrece un acervo de actitudes que describen a la perfección los más íntimos reclamos de las chicas con carencias.

Partiendo de la novela, “He ran all the way” de Sam Ross, el guión fue escrito por Dalton Trumbo y Hugo Butler, pero ¡una vez más! aquel brillante, admirablemente humano y muy sensible escritor que fuera Trumbo, debió servirse de un testaferro (Guy Endore) para que su labor pudiera seguir avante. Y también esta historia ha quedado para la posteridad, desmoronando prejuicios, demostrando que, en ocasiones, los victimarios pueden tener tanta (o mayor) necesidad de amor y comprensión que las mismas víctimas, y sustentando que, muchos delitos, se cometen más por miedo que por ímpetu de maldad, y esto, sin duda, es de la más profunda relevancia… pero la mayoría de los jueces poco se esmera por entenderlo.

Creo que, el director John Berry, ha hecho un gran filme sobre la psique humana y eso siempre me motiva los mayores aplausos. En este filme no hay héroes, pero hay valiosísimos seres humanos.

Título para Latinoamérica: “PRISIONERA DE UN AMOR”
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow