Andrew Dominik se confiesa admirador de la obra de David Lynch y se nota en su película Blonde narrada con un estilo poco apropiado para un público mayoritario que solo busca un biopic sobre una personalidad famosa. La película utiliza la referencia de Norma Jean - MM para hablar de muchas cosas: del maltrato infantil, de la enfermedad mental, del temor a la enfermedad mental, de la ausencia del padre, de la dualidad entre la personalidad real y la inventada, del amor, de la búsqueda incesante del amor, del triunfo, de la destrucción, de la manipulación pero sobre todo es una reflexión sobre el mundo emocional de un personaje al que todos hemos conocido en mayor o menor medida.

Una película contada con una técnica y una narrativa más cercana del cine experimental que del comercial, una película valiente interpretada con la misma valentía por una excelente Ana de Armas y todo ello sazonado con una banda sonora que te cautiva e hipnotiza. Una película no apta a todos los públicos y que exige del espectador algo que poco se aprecia hoy en día: madurez.

Una película que dejará poso, que no pasa inadvertida por su amargura y con un final quizás de lo más poético de toda la cinta conjuntamente con la escena en la que Norma Jean escapa de la clínica donde le practican su primer aborto y corre por pasillos en llamas. Es imposible no enamorarse de la Norma Jean que Ana de Armas recrea y sentir afecto por ella al tiempo que nos fascina su personaje de Marilyn Monroe. A mi juicio una muy buena película, aunque dura y desgarradora. Ese final aún me hace llorar. Porque todo el desarrollo de la historia va creciendo poco hasta que Marilyn se apodera de una Norma que se resiste y finalmente se libera. Una pasada.