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Voto de Natxo Borràs:
6
Ciencia ficción. Acción Siglo XXIII. Al almirante James T. Kirk, de la nave Enterprise, se le encomienda una difícil misión: neutralizar un extraño cuerpo para evitar su colisión con la Tierra y la consiguiente catástrofe. El oficial Spock, el capitán Willard Decker, la asesora Ilia y el doctor McCoy ayudan a Kirk a descubrir la naturaleza de este cuerpo sideral, provisto de un mecanismo de inteligencia de origen terrestre. La expedición del Enterprise ... [+]
15 de agosto de 2008
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El formato televisivo se hizo pequeño para los tripulantes de la nave espacial más famosa del tubo catódico. Después de unos años de silencio había que poner a prueba las expectativas generadas a raíz del éxito de "La Guerra de las Galaxias". No cuajó pero los "trekkies" fieles a su dogma llenaron las salas y no eran los únicos si tenemos en cuenta que buena parte de metraje fluye, y derrocha, efectos especiales y visuales ensanchando un producto de más de dos horas de duración.

Pero no solo el Enterprise formaba parte del baúl de los recuerdos. También sus tripulantes, algo arrugadetes pero listos para desenvainarse en una aventura más prolongada. El problema es la nave Enterprise, no carente de averías (dos desafortunados teletransportados son hechos añicos en moléculas) y a máxima potencia de velocidad casi se despiden de sus fieles seguidores rozando un asteroide que pasaba por allí. Por más inri que el mando del almirante Kirk es cuestionado por un oficial más joven y sabelotodo (interpretado por Stephen Collins, conocido por la serie "Los Cuentos del Mono de Oro, emitida en TVE un verano de hace veintitantos años).

¿Y Spock? Este sí que está mal. Tiene problemas de fe con su pueblo y no sabe decidirse si su destino está en manos de los suyos o de sus colegas de aventuras.

¿Misión? Investigar una extraña nebulosa que se aproxima a la Tierra a un ritmo alarmante dejando tras si rastros de Klingon (los archienemigos que solo aparecen cinco minutos hablando su idioma impronunciable rugido de sus barbas de motero galáctico) orquestada por un cerebro cibernético llamado VGER y que oculta un sorprendente secreto. Como que es la guinda final del film. Cocinado por cierto por Robert Wise (Ultimatum a la Tierra), Douglas Trumbull (2001), John Dykstra (Starwars ¿quien dijo competencia?) e Isaac Asimov que, por supuesto, no necesita presentación.
Natxo Borràs
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