La acción de ésta sorprendente película de terror no se destaca por su trama sino por su salto temporal precavido, dadas las cricunstancias de que las películas de psicópatas mata-adolescentes iba en auge… Con los Jason Vorhees y Freddy Kruegers que rasgaban con su afilada mala leche las pantallas de los cines a rebosar de adolescentes con ganas de pasar miedo, la saga “Halloween” no contaba con la idea de reiniciar las desventuras de su emblema-estrella: Michael Myers que, si algunos quieren recordar, en el “Halloween” (1978) de John Carpenter era un niño que, inesperadamente tras atavIarse de un diabólico antifaz y apoderarse de un cuchillo, asesinaba a su hermana, era recluido en un psiquiátrico y huía unos años más tarde para regresar al pueblo de Haddonfield, dispuesto a matar en la víspera de Todos los Santos. Una continuación dirigida por Rick Rosenthal y una tercera entrega con una historia distinta (aunque ambas apoyadas por el mentor Carpenter) parecían condenar al olvido una saga sentenciada por lo olvidable de su contenido.

Dwight H. Little (Liberad a Willy 2) heredó el final de Halloween II “resucitando” a Michael Myers y al psiquiatra Loomis (Donald Pleasence) que sobrevivieron a la última caza en la que principal presa era Laurie Strode (Jamie Lee Curtis, que aquí solo la apreciamos en fotografía) i que en éste “Halloween 4” la dan, inexplicablemente, por muerta y enterrada. Pero ella, vaya por Dios, ha dejado un legado familiar: la pequeña Jamie (Danielle Harris) será el próximo objetivo de Myers que, sin el consentimiento de Loomis, ha sido trasladado a otro centro pudiendo escapar en plena ruta y dejando cadáveres tras de sí…

Más que una continuación parece ser un tributo o “remake” al clásico de John Carpenter. Algunos de los personajes parecen calcados al original de 1978 y su carencia de interés se debe lamentablemente a un argumento tópico y previsible.