Film independiente con un sencillo pero intenso argumento sobre un joven, el Lars del título (Ryan Gosling, visto en la sobresaliente Half Nelson) huérfano de padre y madre, que vive con su inconformista hermano Gas (Paul Schneider) y su apacible cuñada Karin (Emily Mortimer) aunque no comparte con ellos el hogar sinó el cobertizo de al lado. Lars es un chico tranquilo, solitario, tiene un buen trabajo. Pero nadie le ha llamado la atención sobre sus quehaceres hasta que les decide presentar a Bianca, una muñeca sintética a quien les hace creer que es su amiga del alma, su novia, su amante, etc... El chico intenta convencer a una psicóloga, la doctora Dogmar (Patricia Clarkson) que su "novia" es algo inestable emocionalmente hablando. Entonces es cuando toma la decisión que familiares, amigos y vecinos de Lars le sigan el juego ante la presencia de él con su nueva compañera.

La soledad y la falta de afecto son puntos fuertes presentes en esta película con toques de comedia y drama. En 1973 Luis Garcia Berlanga ya había tratado dichas premisas con "Tamaño Natural" con Michel Piccoli y en literatura, de un modo más satírico, el escritor inglés Tom Sharpe hizo lo mismo con "Wilt", aunque su adaptación a la pantalla grande pasó con más pena que gloria.