Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Natxo Borràs:
4
Fantástico. Acción. Ciencia ficción. Aventuras. Infantil Basada en la famosa serie animada. He-man y sus amigos deben viajar a la Tierra del siglo XX para rescatar una llave cósmica que les permita derrotar a Skeletor, que se ha apoderado del castillo de Grayskull y que mantiene prisionera a Sorceress. Los inconvenientes son que Skeletor posee otra llave y que la original está en manos de unos jóvenes terrícolas, que creen que es un instrumento musical. (FILMAFFINITY)
10 de marzo de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas de género fantástico y aventuras ambientadas en mundos irreales siempre parten de un guión bastante original y rebozado de elementos que condimentan la aventura a plantear. Una buena base de inspiración parte del inicio que el guionista, con muchas ideas en la cabeza, ponga a funcionar la maquinaria de imaginería. Tenemos los claros ejemplos de George Lucas y su saga de “La Guerra de las Galaxias”, de la que ha vertido su vida profesional y bien que le ha ido, Peter Jackson que ha escenificado ejemplarmente la mitología de Tolkien con su colosal trilogía de “El Señor de los Anillos”. También podemos apreciar ejemplos menores surgidos en los ochenta cuando Peter Yates desplegó, con menos fortuna, la simpática “Krull” (1983) o Don Coscarelli desafió al “Conan el Bárbaro” (Conan the Barbarian, 1982) de John Millius con la cinta de culto “El Señor de las Bestias” (The Beastmaster, 1982). En éstas citadas películas el espectador era partícipe de un festival brujería, capa, espada y músculos a doquier.

Los primos y productores israelíes Menahem Golan y Yoram Globus, al mando de la Canon (y que tenían en nómina a actores como Sylvester Stallone y Chuck Norris) no se les ocurrió nada más que adaptar a la pantalla grande los muñequitos de la empresa Mattel y que tanto furor provocaron en la imaginación de muchos niños de aquella época, en los ochenta. Y contaron con la presencia del gigante sueco Dolph Lundgren (que había interpretado al ruso Iván Draco en “Rocky IV” (1985)) que a diferencia del He-Man de plástico, no lleva un corte de pelo a lo Edad media, sino que luce casi una permanente, un cruce hortera entre “Europe” y “Modern Talking”.

Una película destinada al consumo para saciar el aburrimiento de la tarde. Recomendada para mitómanos nostálgicos e insomnes pertinaces.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Natxo Borràs
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow