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Voto de Natxo Borràs:
6
Acción Un conocido terrorista islámico es detenido. Tras ser entregado a las autoridades norteamericanas, miembros de su grupo negocian su liberación, después de cometer un atentado en Londres y secuestrar un avión Boeing 747 lleno de pasajeros en el que embarcan una bomba de gas nervioso que tienen intención de hacer explotar en Washington. (FILMAFFINITY)
29 de agosto de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un grupo de terroristas árabes comandados por Nagi Hassan (David Suchet) secuestra un Boeing 747 con más de cuatrocientos pasajeros a bordo y almacenando en su interior un potente gas nervioso con cantidad suficiente para arrasar la Costa Este de Estados Unidos una vez llegue a su destino. El doctor David Grant (Kurt Russell) un experto en Inteligencia Antiterrorista tendrá que congeniar con el coronel de los SEAL (Steven Seagal), su rival directo a la hora de diseñar operaciones especiales de alto riesgo después de un intento frustrado de encontrar un arsenal con ésa misma arma química. Pero ahora se trata de una misión peligrosa y con la ayuda de un caza invisible diseñado por el ingeniero Dennis Cahill (Oliver Platt) tendrán que abordar el Boeing sin que los terroristas se den cuenta…

Película de acción adrenalítica que no habría pasado sin pena ni gloria si se hubiese estrenado unos meses después del 11-S. Aunque prácticamente no habría cambiado su argumento si tenenos en cuenta de que salen malos muy malos, buenos muy buenos, y chicas bombón (una desconocida Halle Berry haciendo de azafata) y un Steven Seagal que relega su papel (tal vez en una producción no hecha a su medida tal y como se demuestra cuando se llega a los tres cuartos de hora de metraje) a un Kurt Russell con cara de no haber roto ningún plato pero dispuesto a soportar todos los peligros que le deparan.

El argumento, muy simple, deja facilitar que el ritmo del suspense (especialmente relacionado con los percances que supone desactivar complicados cachivaches fabricados con tecnología punta, especialmente si se trata de bombas) reine la función de un film que podría estar al lado de la colección de cintas como “Aeropuerto” o “Delta Force”, pero el director Stuart Baird (U.S. Marshalls) se las ingenia para que la tensión sea el principal enemigo de la trama, aunque sus minutos finales sean dignos para los que les guste de pasar horas y horas jugando al Flight Simulator.
Natxo Borràs
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