Espléndido repertorio para un film absolutamente soberbio porque interpretación la hay y de sobras. Radiografia desestructurada de una acomodada familia del Sur de los Estados Unidos donde el choque de valores morales y los intereses hacia una probable herencia de un padre enfermo se convierten en la gota que derrama el vaso. Sin lugar a dudas este clásico se concebió a la altura de sus actores protagonistas; unos jóvenes Liz Taylor y Paul Newman como matrimonio a un pie del abismo por la desfachatez de perdedor de ese espléndido Brick Pollitt y su mujer Maggie que intenta arreglar la situación en una reunión en que se citan el patriarca y el otro hermano, el avaricioso Gooper y su tradicionalista y recta esposa Mae. Los cuñados pondrán a Maggie entre las cuerdas mientras el sentimiento de culpa de Brick hacia la muerte de un amigo se irá incrementando (y es así donde renace la inclinación homosexual del personaje de Newman que hizo tanto trabajar a la censura). Maggie siente una bomba de relojería en su interior; "Me siento como una gata sobre un tejado de zinc caliente" (y sobretodo con ese último adjetivo, la censura se cebó a lo lindo).

La obra teatral tiene ribetes autobiográficos así como en la película que se vislumbra en el carácter del rebelde Brick ajeno su seductora e insaciable mujer Maggie. Williams era homosexual, del Sur y educado en la religión cuáquera (Episcopalianos). El protagonismo de la mujer alejada y apartada por ambientes familiares hostiles en que el dramaturgo de Mississipi vivió, y tomó nota de ello, es por eso tan importante e influyente en buena parte de sus obras (de la Blanche DuBois de "Un Tranvía llamado Deseo" o la Catherine Holly de "De Repente el Último Verano").

La película con seis nominaciones a los Oscar se fue con las manos vacias con la agridulce consolación de que el secundario Burl Ives se llevaba al de mejor actor de reparto en "Horizontes de Grandeza" de William Wyler que también estuvo candidata ese año a los premios. "La Gata sobre el Tejado de Zinc", sin embargo, se llevó los aplausos y corazones de los que admiran el buen cine basado en el buen teatro.