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Voto de Natxo Borràs:
9
Drama. Aventuras Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Un grupo de oficiales ingleses y norteamericanos que están prisioneros en un campo de concentración nazi, se proponen organizar una fuga en la que se verán implicados doscientos cincuenta presos. Para llevar a cabo su plan comienzan a excavar tres túneles. (FILMAFFINITY)
2 de enero de 2017
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Era inevitable que uno de los episodios más trepidantes de la II Guerra Mundial en Europa se trasladara a la pantalla grande. Y es que la gran evasión del campo de prisioneros Stalag Luft III ocurrió realmente: la mayoría de oficiales recluidos en su lucha contra los alemanes que pusieron a prueba la seguridad de un campo que a principio se consideraba como de los más seguros y preparados contra las fugas. Pero no obstante se urdieron bastantes planes, la mayoría abortados por la astuta eficacia de los soldados de la Luftwaffe.
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Ese hecho, en su momento algo intranscendental ya que los acontecimientos bélicos gozaban de más importancia aunque por desgracia implicaban más directamente a la población civil durante los bombardeos que se sucedían entre ambos bandos, quedó documentado en un libro del escritor y periodista australiano Paul Brickhill que vivió muy de cerca los hechos (se alistó como piloto) ya que fue confinado como prisionero en Stalag Luft III.

Gozando de la buena salud del cine bélico (tras “El Puente sobre el Río Kwai” (The bridge on the River kwai, 1957) o “El Día más Largo” (The Longest Day, 1962)), Hollywood no tardaría en reaccionar para ofrecerle al público otra dosis de entretenimiento y buen cine. El director John Sturges, realizador de las sobresalientes “Conspiración de Silencio” (Bad Day at Black Rock, 1955) y “Los Siete Magníficos” (The Magnificient Seven, 1960), reclutó a actores de moda y de la talla de Steve McQueen (que popularizaría su gran afición por las motos en una de las más recordadas secuencias de la película yendo campo a través desafiando vallas y alambradas), Charles Bronson (cavando túneles a pesar de sus fobias, defecto atribuido al verdadero Paul Brickhill) James Garner y James Coburn por la parte americana y Richard Attenborough (respetado actor y director que realizaría años más tarde “Un Puente muy Lejano” (A Bridge too Far, 1977), otro acercamiento a un episodio oscuro de la II Guerra Mundial), Donald Pleasance o David McCallum por la parte inglesa. En el lado alemán se contó con la presencia de Hannes Messemer (que participaría en otra cinta épica de guerra como “¿Arde Paris?” (Paris brûle-it?, 1966) De René Clement)) o Robert Graf.
Natxo Borràs
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