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Voto de Natxo Borràs:
7
Drama Bilal, un joven de 17 años procedente del Kurdistán iraquí, ha cruzado Oriente Próximo y Europa para reunirse con su novia recién emigrada a Inglaterra. Pero su viaje se ve bruscamente interrumpido cuando en Francia le impiden cruzar el Canal de la Mancha. El joven decide entonces atravesarlo a nado (32 kilómetros). Para ello, empieza a entrenarse en una piscina municipal, donde conoce a Simon, un profesor de natación en pleno proceso ... [+]
1 de mayo de 2010
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama sobre inmigración que se rige por la fuerza de voluntad que impera en el dúo protagonista; un iraquí del Kurdistán, Balil (Firat Ayverdi) y un monitor de natación Simon Calmat (Vincent Lindon) que acepta a regañadientes a hacerle clases sin reparar que la intención del chico es cruzar el Canal de la Mancha a nado para poder encontrarse en Londres con su prometida Mina (Derya Ayverdi) cuyo padre (Mouafaq Rushdie) se empeña en esposarla con otro. Balil ha intentado sin éxito llegar a Inglaterra por medios clandestinos pero su retención en el Pas de Calais es inevitable así que decide emprender el gran paso sin tener que dar respuestas a nadie. El que tendrá que responder por él será Simon, que acaba de separarse de su mujer Marion (Audrey Dana), en un intento de redimirse de una personalidad distante e indiferente. El jóven Balil será su apoyo emocional y para ello le ayudará en su cometido de reencontrarse con su amor, mientras que para Simon puede suponer la pérdida definitiva o no, de un distanciamiento afectivo hacia su mujer, que todavía ama.

Philipe Lioret acierta agudizando la realidad social, sin ser sensiblero, no solo de los inmigrantes ilegales sinó de los habitantes que viven en la región del Pas de Calais, apesadumbrados en ser partícipes de la oleada de extranjeros que se regocijan a la espera de vivir una vida mejor; lejos de la miseria y de los problemas políticos de sus países de origen. La Película es una crítica en toda regla a las medidas emprendidas por el gabinete Sarkozy (Simon apaga de un fulminazo el televisor cuando en el último canal que zapea aparece el Presidente de la República recitando un discurso de los suyos). Pero es en la población francesa que el realizador parisino mete el dedo en la llaga; su antipatía y recelos a los inmigrantes aunque eso sí condicionados por unas estrictas leyes penales que incluso les llevarían una temporada en la cárcel por darles de cobijo y comer en sus casas. Se recomienda su visionado en versión original.

Lo Mejor: Lindon y Ayverdi
Lo Peor: que su mensaje de denuncia no cuele en algunos espectadores
Natxo Borràs
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