Inmediata continuación, un año después, de la panegírica “La Túnica Sagrada” (The Robe, 1953) de Henry Koster en que el personaje del esclavo Demetrio (Victor Mature) profesado al Cristianismo, cobra más protagonismo aquí gracias a su misión de custodiar el manto rojo de Jesucristo por orden de Pedro (Michael Rennie). Mientras tanto Calígula (Jay Robinson) es proclamado Emperador y su obsesión ante tan venerada reliquia acaba llevando a Demetrio reo en la escuela de Gladiadores de Claudio (Barry Jones), tío del Emperador y su esposa Messalina (Susan Hayward), tras enfrentarse con la guardia pretoriana, cuyas filas verá el esclavo la posibilidad de alistarse.

Con un contenido menos religioso y más entregado a la acción y espectáculo, en la línea de filmes como “Espartaco” (1960), Delmer Daves (destino Tokio) se encargó de llevar a cabo éste entretenido “péplum” de aventuras en que el protagonista interpretado por Víctor Mature acusa a su destino convirtiéndose en un gladiador (de allí el título), motivo por el cual deberá enfrentarse constantemente con la Muerte, el orgullo de los cesares (en ese caso un cínico y déspota Calígula) y ganarse la popularidad de Roma dejando a un lado sus inquietudes de buen cristiano; dilema moral del film que aunque peca de poco religioso, su mensaje moral está presente a lo largo del todo el metraje. Apariciones secundarias de Susan Hayward y Ernest Borgnine y una veinteañera Anne Bancroft.