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Voto de Natxo Borràs:
9
Thriller. Intriga Dave Kujan (Chazz Palminteri), un agente especial del servicio de aduanas de Estados Unidos, está investigando las causas del incendio de un barco, en el puerto de San Pedro de Los Ángeles, que provocó 27 víctimas mortales, aunque todas parecen haber sido asesinadas. Su única fuente de información es Roger Kint (Kevin Spacey), un estafador lisiado que sobrevivió al incendio. En comisaría, Kint cuenta que todo comenzó seis semanas antes ... [+]
2 de febrero de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos sucesos se remontan el uno del otro con un nexo en común: cinco delincuentes son sometidos a la rueda de un interrogatorio después de un asalto a un furgón blindado con armas. Entre ellos saben que es una maquinación más de la policía para presionarles, pero no aparece el verdadero causante. Aunque entre ellos aparece un vínculo que les unirá en futuros trabajos. Uno de ellos, Dean Keaton (Gabriel Byrne) un antiguo policía corrupto quiere desmarcarse del grupo pero que parece conocer todas las tácticas para que los golpes tengan su efecto. Después del pavoroso incendio en un barco, y en el que se ha visto implicado el grupo, con el resultado de varias decenas de víctimas y un par de supervivientes, el agente especial de aduanas Dave Kujan (Chazz Palminteri) somete a interrogatorio a Verbal Kint (Kevin Spacey) el único hombre que le puede contar la verdad acerca del paradero de Keaton.

Tras su primera película “Public Access” (1993), Bryan Singer firmó la que tal vez sea su mejor trabajo: un elaborado, por complejo, thriller policíaco, sin concesiones nada gratuitas y que reunió a un elenco de actores que, tal vez (a excepción de Spacey que se llevó el Oscar al mejor actor secundario) no pasará a la historia pero que se entregan al completo en esta magnífica joya del cine negro moderno. En un principio el boca-oreja no le hizo justicia a éste film (no como en el caso de películas como “El Sexto Sentido” de M. Night Shyamalan) que se merecía un buen trato. Y tenía todas las condiciones para ser así; un excelente guión de Christopher McQuarrie (otra estatuilla), un montaje de los que hace cargar la adrenalina a pesar de la complejidad del embrollo que se fríe durante la trama y, por otra parte, esa preciosa banda sonora (firmada por John Ottman) que rima con la tensión que nos proporcionan las imágenes hasta el desenlace (de repetibles visionados y que siguen poniendo la piel de gallina a un servidor).

Ciertamente Synger entró con buen pie, aunque posteriormente (con las excepciones de “Verano de Corrupción” y “Valkiria” que tampoco se consideran grandes películas en su haber) se ha dejado seducir más por el mundo del cómic con sus dos entregas de “X-Men” y esa prescindible revisión titulada “Superman Returns”.
Natxo Borràs
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