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Voto de Natxo Borràs:
10
Terror. Intriga. Thriller Marion Crane, una joven secretaria, tras cometer el robo de un dinero en su empresa, huye de la ciudad y, después de conducir durante horas, decide descansar en un pequeño y apartado motel de carretera regentado por un tímido joven, Norman Bates, que vive en la casa de al lado con su madre. (FILMAFFINITY)
6 de agosto de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alfred Hitchcock quería rodar bajo presupuesto y obvió los mimos que la Paramount sentía hacia él con el empleo de la Vistavisión que tan bien coloreaba sus obras maestras como “Vértigo” y “Con la Muerte en los Talones”. Sir Alfred quería experimentar con el equipo televisivo de la famosa serie que llevaba su nombre, y empezó a gestar un producto modesto que se acercara más al cine de terror que cualquier otro film de intriga que había realizado.

“Psicosis” era la trampa perfecta. Atrae al espectador con una historia (la fuga y remordimientos de Marion la ladrona) para recaer en otra (la acogedora hospitalidad de Norman Bates con los problemas de su negocio y la madre a sus espaldas), ofreciendo una transición melodramática al asunto que acaba convirtiendo en presa a la que nadie puede creer que puede ser una víctima en potencia como Janet Leigh relajándose en la ducha sin ignorar del peligro que la separa tras las cortinas (secuencia que se rodó en una semana y en un decorado estrechísimo). Nos encontramos en el Manderlay del miedo profundo y psicológico (las inquietudes de la fugitiva y el temeroso propietario del motel, como dos rebeldes sin causa enfrentados a su destino). ¡Zas! La cortina de la ducha ya no se rasga, se abre y el argumento realiza un giro de ciento ochenta grados para sucumbir a un relato enteramente policíaco (las investigaciones del detective Arbogast, interpretado por Martin Balsam) y regresar nuevamente al puro terror sobre un psicópata que asesina por convicciones morales y que lucha constantemente a la búsqueda de una razón amputada por las intermitentes intromisiones de la madre en su subconsciente.

En la novela de Robert Bloch, basado en la temib le figura de la crónica negra americana Ed Gein,el terror está más que presente. Norman Bates tiene cincuenta años (no veinteañero como se da en el film), lleva gafas de doble lente, tiene unos kilos de más y, para más inri, encima de perturbado es un pervertido que no se entretiene a segar la vida sus víctimas a cuchilladas, si no que eficazmente las decapita. Hitchcock, en una “tour de force” más que probada, suavizo muchos aspectos de la novela para diseñar sus propios giros tramposos en este gran clásico que, si se visiona por vez primera, adquiere sus dosis de melodrama.

Sir Alfred creía que disponía del material suficiente para abrirse de lleno en el género de terror campándolo a sus anchas. Aunque posteriormente los resultados serían distintos en “Los Pájaros” (The Birds, 1963), rodada a todo color pero con menos esmero que “Psicosis”. De hecho, la historia de Norman Bates solamente era el esbozo de un proyecto que el obeso director llevaba a medias tintas pero que no logró a materializar titulado “Kaleidoscope”. Y muchos expertos cinéfilos consideraron que después de tirar la toalla, llevó a cabo con gran sentido del humor añadir dichas ideas en “Frenesi (Frenzy, 1972).
Natxo Borràs
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