Conmovedora pelicula romántica en que su director, el tunecino Abdellatif Kechiche se ganó el favor de la crítica y el público con éste acertado drama en que romance y erotismo se abrazan por igual y expuestos, eso sí, con un tremendo sentido de la sensibilidad y sin concesiones nada gratuitas si se le visiona por su lado más sexual e introvertido.

El film aparentemente no centra la cuestión del amor entre personas del mismo sexo como si fuera todavía una excusa como asunto tabú para incluso la nueva oleada de conservadurismo que nos invade hoy en día, sino que evidencia que el amor entre dos personas del mismo sexo es un hecho ya corriente en la sociedad de hoy en día sin los ya arcaicos prejuicios que desgraciadamente aun se presupone que suceden.

La película que se llevó la Palma de oro en el Festival de Cannes (en fechas cercanas al reconocimiento del gobierno francés a los matrimonios entre parejas homosexuales) se trata de una adaptación de la novela gráfica “El Azul es un Color Cálido” (Le bleu est un couleur chaude) de Julie Maroh, editado en 2010. Tal vez dicho título da pie a la notable caracterización que hace Léa Seydoux, objeto de deseo de una más que convincente Adèle Exarchopoulos que descubre su verdadera sexual con la mirada, la carícia y la ternura.