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Voto de Natxo Borràs:
6
Cine negro. Intriga. Thriller. Drama Wilson, un agente de la comisión de crímenes de guerra, está buscando a Franz Kindler, uno de los cerebros de los campos de exterminio nazis, que ha conseguido huir sin dejar huellas. Siguiendo la pista de un antiguo camarada de Kindler llega hasta Harper (Connecticut), donde es asesinado antes de poder identificar al fugitivo. La única pista que le queda es la fascinación del criminal nazi por los relojes antiguos. (FILMAFFINITY)
23 de octubre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un Welles menor es lo que se puede concluir, técnicamente hablando, de éste largometraje, el cuarto en su carrera como realizador, del genio de Wisconsin y que ya sabía lo que era saborear el éxito gracias a sus inolvidables “Ciudadano Kane” (Citizen Kane, 1941) y “El Cuarto Mandamiento” (The Magnificent Ambersons, 1942). Éste desapercibido “The Stranger” es anterior a “La Dama de Shanghai” (1947) y aunque no llegue a la altura de sus grandes obras, no se puede dejar pasar por alto un thriller donde la pólvora de la II Guerra Mundial todavía se olía en el aire.

La acción se desarrolla en la tranquila localidad de Harper, Connecticut. Hasta allí llega un hombre extranjero dispuesto a advertir a Charles Rankin (Orson Welles) un profesor de instituto aficionado a los relojes que su verdadera identidad va a ser descubierta yas uqe un detective llamado Wilson (Edward G. Robinson), miembro de la Comisión de los Aliados contra los Crímenes de Guerra, está tras su pista haciéndole responsable desde el más absoluto anonimato de la construcción de los campos de exterminio. Wilson se hace pasar por comerciante de antigüedades para intentar dar con Rankin, que se acaba de casar con Mary Longstreet (Loretta Young), la hija de un notable juez influyente.

Al tratar de un tema que todavía estaba al rojo vivo como una II Guerra Mundial que pese haber terminado, sus secuelas eran ya todo un hecho… Welles tal vez se apresuró demasiado en realizar un thriller que técnicamente obtendría mejor respuesta con el clásico de Carol Reed. “El Tercer Hombre” (The Third Man, 1949) del que se cree que algunas escenas fueron rodadas por el mismo director de “Mr. Arkadin” (1955).
Natxo Borràs
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