Una de las obras más importantes del Cine Expresionista Alemán que adquirió notoriedad durante el Armisticio en Europa después de la I Guerra Mundial. Una de las razones justificadas de las que la viuda de Bram Stoker negase los derechos de adquisición de la novela "Drácula" para que los germanos la adaptasen, podía ser la situación delicada entre ambos países; Inglaterra y Alemania. Conjeturas aparte, "Nosferatu" puede tratarse de una adaptación fidedigna al archiconocido relato del escritor fallecido en Londres en 1912, pero F.W. Murnau no se hizo atrás.

El argumento seguía siendo el mismo de "Drácula" pero el conde tenía otro rostro (feísimo) y con un nuevo nombre; Nosferatu. Las similitudes a la novela de Stoker propiciaron un alud de demandas con el fin de que los negativos del film fueran destruidos. Por suerte hoy forma parte de los clásicos de dominio público y se pueden apreciar más o menos versiones coloreadas debido al maltrato del tiempo.

El viajante Hotter (Gustav von Wangenheim) es enviado por su enloquecido jefe Knock (Alexander Granach) a los lejanos Cárpatos para negociar con el Conde Orlok (Max Schreck) y cerrar un trato sobre la venta de una casa en Wisborg. Hotter no hace caso de las advertencias de los lugareños acerca de tan siniestro personaje y sigue adelante hacia el castillo del Conde. La llegada del vampiro a Wisborg provocará una oleada de epidemias y muerte a su alrededor.

F.W. Murnau contó con la presencia de Max Schreck para recrear el personaje de Nosferatu. La anécdota más popular contada alrededor de este actor del método es que, durante los descansos nocturnos en el rodaje (se filmaba de día teniendo en cuenta los escasos recursos de la época), Schreck desaparecía en la noche por el bosque, creyéndose (y haciendo creer a los demás que lo era) un vampiro. El director norteamericano Elias E. Merhige plasmó esa anécdota en "La Sombra del Vampiro" (2000) donde Willem Dafoe interpretaba a Schreck. En 1978 Werner Herzog contaba con la presencia de Klaus Kinski, en uno de sus roles más recordados, para elaborar un Nosferatu más teatralizado, lejos de la mueca y del "grand guignol" pero respetando el espíritu de lo que en su día fue elaborar una película tan dificil, al menos en los años veinte.

"Nosferatu" es quizá la película de terror muda que prolifera más gritos por el que la visiona. También fue una peripecia rodarla en escenarios naturales aprovechando la luz del Sol para adecuar la fotografía. Pero en interiores no se escapan detalles como la tela de araña en la celda de Knock; el reloj de cuco con un esqueleto anunciando la llegada de la medianoche; la planta carnívora devorando una mosca; el corte de dedo de Hotter mientras rebana el pan vigilado por la mirada hambrienta de Nosferatu; las ratas o la imagen sobrepuesta del vampiro en la bodega del barco, así como las sombras chinescas de sus garras que parecen desgarrar la pantalla y helando los corazones con el miedo y la angustia.