Torpe e insípida cinta de acción que nos narra la peripecia de tres estudiantes norteamericanos en frías tierras finlandesas y que deciden aventurarse en pasarse a la frontera soviética para calentar así sus niveles de riesgo y adrenalina. No falta decir que les pillarán e intentarán cazar a través de los parajes nevados, tan llenos de trampas, prisiones y sádicos funcionarios del Kremlin abandonados a su suerte por el Gobierno.

Pero si entre los protagonistas está el hijo de Chuck Norris, Mike (a veces ser el hijo de alguien, por no muy actor que sea, puede caber la pequeña posibilidad de salvar la función) todo es distinto: no es tan cruel e infernal la odisea que esperaban si no le añadimos un poco de acción aunque sea al hijo de alguien y el apellido cunda en pos de la función. Lo más común es que lo dirija un entonces desconocido Renny Harlin, pocos años antes de condecorarse como el rey del blockbuster con cintas tan alimenticias como “La Jungla 2: Alerta Roja” (Die Hard 2, 1990) o “La Isla de las Cabezas Cortadas” (Cutthroat Island, 1995).