Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Natxo Borràs:
7
Acción. Thriller Callahan es un experimentado detective de policía del departamento de homicidios de San Francisco, famoso por sus drásticos métodos, que provocan fuertes enfrentamientos con sus superiores. Tiene que desplazarse a San Paulo, pequeño pueblo situado al norte de California, donde sigue la pista del autor de la muerte de unos hombres, a los que han encontrado con unos disparos en la frente y en los genitales. Allí conoce a una solitaria ... [+]
23 de septiembre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuarta entrega de la serie policíaca protagonizada por el inspector de homicidios de San Francisco Harry Callahan, sombra que llevaba durante más de una década Clint Eastwood gracias a que Don Siegel confiara en él para “Harry el Sucio” (Dirty Harry, 1971) sublime ejercicio de “ne-noir” americano que se fue agotando al paso del tiempo con las secuelas posteriores dirigidas por Ted Post y James Fargo. Ahora es Clint quien toma las riendas en el rodaje dirigiéndose a sí mismo y a la entonces su actriz fetiche, y por aquel entonces compañera sentimental Sondra Locke, que interpreta a una pintora con ansias de tomarse la justicia por su mano vengándose de sus violadores.

Eastwood pule perfectamente dentro de lo rudo, duro y frío de su personaje, una de las mejores películas de la saga. Se constata la madurez profesional de un actor y director que no quiere naufragar su carrera como otrora ocurriera con Charles Bronson en los años setenta. Y “Sudden Impact” es una buena muestra de ese conflicto que puede tener un buen profesional al meterse de lleno en un personaje sin llegar a ser encasillado. Prueba de ello se demostraría en ese juicio paralelo a un personaje más oscuro que interpretaría, eso sí bajo su supervisión, en la muy estimable “En la Cuerda Floja” (Tightrope, 1984) o la infravalorada “Deuda de Sangre” (Blood Work, 2002).

“Impacto Súbito” homenajea en su primera media hora aquellos tiempos en que los planos aéreos de Harry paseándose en el lugar del crimen entre los coches de policía y bajo los acordes de Lalo Schifrin cuando el inspector más impopular de la Historia del Cine resuelve ciertos conflictos extrajudiciales relacionados con su ego. El resto, una concesión al thriller puramente policial en que Harry encuentra un rival comprensible y a su nivel: una vengativa pintora que para llamar la atención deja sus rastros criminales desde San Francisco a un apacible pueblo turístico donde se esconden los más terribles secretos y personajes (entre ellos una aguerrida i bruta lesbiana interpretada por Audrie Neenan).
Natxo Borràs
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow