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España España · Madrid
Voto de keizz:
6
Drama En una zona en guerra, en la que los cascos de las Naciones Unidas tratan de controlar la situación, varios personajes viven sus propios conflictos; Sophie (Mélanie Thierry) quiere ayudar a la gente, Mambrú (Benicio del Toro) quiere volver a casa, y Katya (Olga Kurylenko) quiso una vez a Mambrú. Por su parte Damir (Fedja Stukan) quiere que la guerra termine, Nikola (Eldar Residovic) quiere un balón de fútbol, y B (Tim Robbins) no sabe ... [+]
15 de octubre de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fernando León de Aranoa dirige esta obra empleando el estilo que, con más o menos acierto, ha venido empleando a lo largo de su carrera. Es decir, utilizando la crítica social envuelta en un formato agradable, suavizada por el sentido del humor. De modo que uno ve sus películas con agrado, disfrutando, pasándolo bien, y la crítica va por dentro. Es un buen sistema, y le ha funcionado hasta ahora. Con “Un día perfecto”, la intención es la misma. El resultado… yo creo que no.

Cuando digo que no funciona, me refiero a los múltiples intentos de la película. El director pretende conmover, divertir, concienciar, hacer pensar y ponernos en tensión a la vez. No lo consigue. Al menos, en mi caso. Yo me lo pasé bien (muy bien en algunas escenas), pero nada más. Pero nada más, y nada menos. Pasarlo bien (y a ratos muy bien) ya lo firmaría yo cada día de mi vida.

Fernando León intenta ser muy sutil, hacer la pelicula apta para todos los públicos, mostrarnos la guerra desde un punto de vista que no nos espante. Quiere sugerir más que mostrar. Y eso es muy difícil. Al final, creo que peca de exceso de tacto, y le termina quedando demasiado fría, sin que el espectador llegue nunca a ponerse realmente en la piel de quienes viven un conflicto bélico.

Las guerras son terribles, y mostrar casas destruídas, gente sin agua ni recursos, animales muertos, niños abandonados, padres asesinados, etc. es duro de tragar, desde luego. El humor ayuda. Aquí el director pone en el centro de la historia a un grupo de cooperantes un tanto peculiar y disparatado, junto con un niño del lugar, cuyo único deseo es tener un balón de fútbol, y la guerra es simplemente el escenario, lo accesorio, lo periférico. El foco se pone en los personajes, sus peculiaridades, y el sentido del humor que sirve de constante engrase a toda la historia.

La película tiene cosas que me han gustado mucho y otras que no. Vamos con lo bueno. El ritmo narrativo es excelente. Esto es algo muy importante y que, si no se hace bien, puede destrozar un gran proyecto. En este caso, ya digo, perfecto. El que requiere la película, exactamente ése. La fotografía, espectacular, otro punto a favor.

Más cosas buenas. Los diálogos. Esto es algo que me priva. Cuando una película tiene buenos diálogos, me gana. En este caso, es así. Un día después de verla, lo que más recuerdo son los diálogos, especialmente aquellos en los que participan los dos protagonistas principales.

Y esto me lleva a otro punto favorable: los actores. Especialmente Benicio del Toro y Tim Robbins. Dos grandes. De hecho, confieso que me decidí por ver “Un día perfecto” por ver actuar de nuevo a Benicio del Toro. Tanto él como Robbins son el alma da la película. Es un placer inmenso verlos juntos. Combinan perfectamente, hay buena química, algunas escenas con ellos dos no quieres que acaben nunca. Les acompañan Melanie Thierry, que también está bastante bien, así como Fedja Stukan, muy correcto y efectivo. Por último, un poco más floja la guapísima Olga Kurylenko, y testimonal el papel de Sergi López.

Y la dirección. Aranoa saca lo mejor de cada plano, demuestra que le sobra conocimiento para la composición de escenas brillantes, y también tiene talento para la dirección de actores. Rara vez decepciona, es un director fiable, de esos cuyo nombre en el cartel hace que sea suficiente para que pagues la entrada.

En cuanto a lo negativo: La indefinición. La película no termina de meter el cuchillo en los problemas que pretende denunciar, todo queda tratado muy superficialmente. La música. Normalmente la música siempre enriquece las películas. Pocas veces la música es un punto en contra. Pues en esta ocasión, a mi entender, la música no está bien, no mejora lo que ves. Parece que se han metido las canciones aleatoriamente, a donde caigan. Y el “Sweet dreams” en la versión de Marilyn Manson en la escena de la casa no logra el efecto pretendido. Con lo fácil que lo tenían, si hubieran puesto la canción que da título a la película, cantada por Lou Reed. Solo me gustó el final con el “Where have all the flowers gone?” de Pete Seeger, cantado por Marlene Dietrich, que me reconcilió con todo.

Tampoco me gustó mucho el modo en que resuelve la trama. Hay un momento que parece que se estanca y finalmente acaba por poner un final un tanto forzado. Pero sales del cine contento, indudablemente, y eso es de agradecer, pero no es un film que te haga reflexionar.

En fin, es una película difícil de clasificar. Se desarrolla en una guerra, pero no hay ni un sólo tiro. Es una comedia dentro de un gran drama. Posee algunas escenas extraordinarias, pero el conjunto final no es tan brillante.

No es un peliculón, pero no te arrepientes de haberla elegido. Yo lo he pasado muy bien viéndola, y la recomiendo. Salvando las distancias, es “La vaquilla” de estos tiempos.

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keizz
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