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España España · Madrid
Voto de keizz:
8
Drama El objetivo de Andrew Neiman (Miles Teller), un joven y ambicioso baterista de jazz, es triunfar en el elitista Conservatorio de Música de la Costa Este. Marcado por el fracaso de la carrera literaria de su padre, Andrew alberga sueños de grandeza. Terence Fletcher (J.K. Simmons), un profesor conocido tanto por su talento como por sus rigurosos métodos de enseñanza, dirige el mejor conjunto de jazz del Conservatorio. Cuando Fletcher ... [+]
22 de enero de 2015
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Whiplash” no plantea nada nuevo. La relación profesor-alumno que vemos en la película la hemos visto mil veces en la pantalla, tanto en películas de profesores como en películas militares, puesto que el procedimiento de Fletcher es más propio de una academia militar que de un centro docente. Alguna escena evoca irremediablemente a “La chaqueta metálica”. Pero aún no siendo nada nuevo, la verdad es que impresiona la manera en que Chazelle lo narra, manipulándonos con destreza y efectividad.

La película funciona, es incuestionable. Y se sostiene sobre dos pilares fundamentales: la interpretación de JK Simmons (el Oscar al mejor actor de reparto ya tiene dueño) y el espectacular montaje. El montaje es algo que tiene una importancia capital en el resultado de una película pero la gente no le suele dar valor. En esta ocasión el trabajo es tan brillante que cualquiera se da cuenta y no se puede pasar por alto.

“Whiplash” te pasa por encima, es un huracán que te hace estar aferrado a la butaca encajando los golpes que, uno tras otro, llegan desde la pantalla. La película te arrolla por su intensidad, uno siente sensación de descanso cuando termina. Evidentemente, su director (Damien Chazelle) sabe lo que hace. Juega contigo. Es una película manipuladora, tramposa, efectista. Pero lo hace tan bien que no te importa, entras en el juego y te dejas llevar.

No diría yo que es una película sobre jazz, a pesar de que esa música está siempre presente en la película y parece la razón de ser de la misma, y de sus dos personajes principales. Pero no, no es la música la protagonista aquí, sino el comportamiento de sus personajes. Por eso, la película puede gustar seguramente más a los que no entienden nada de jazz que a los aficionados. Fletcher y Neiman se dedican al jazz, pero podrían ser bailarines, escultores, ajedrecistas o cualquier otra cosa. Es su relación lo importante, su obsesión con el éxito y la perfección, el modo en que su profesión se convierte en toda su vida.

De hecho, salvo al final, no hay demasiada música continuada. Tampoco hay grandes charlas sobre música, sobre técnica musical, sobre intérpretes, no hay apología del jazz. Personalmente, habría preferido una película con más guiños musicales, con más preponderancia de la música, pasarme todo el metraje moviendo el pie al ritmo de la música, pero no es así. No es una película musical, es un thriller psicológico cuyo protagonista toca la batería.

Toda la película es el duelo interpretativo entre Teller y Simmons, y son sus personajes los únicos que están bien tratados, desarrollados y definidos. Casi todos los demás son de relleno y no aportan nada a la película. Ni los personajes ni las situaciones en las que no están ambos involucrados. Por ejemplo, la relación del chico con su familia, o con su novia, son totalmente superfluas, no dicen nada.

Por otra parte, pero siguiendo con cosas que no me gustaron, no se qué necesidad había de meter escenas exageradamente increíbles (como cuando va a tocar después de lo del camión), pero bueno, cuando vas a ver una película americana ya cuentas con estas cosas.

Uno va a los conciertos, pero no sabe la cantidad de horas de trabajo que hay detrás, tantos ensayos, tantas historias personales. Chazelle ha querido mostrarnos eso desde el punto de vista más extremo. Y no ha reparado en sensacionalismos: sangre en las manos, sudor, caras de sufrimiento, adrenalina que se contagia, que llega a las butacas, y que provoca que veas la película con taquicardia, con la respiración entrecortada y los ojos imantados por la pantalla.

No es una obra maestra ni de lejos pero “Whiplash” es una gran película. Tiene buenos diálogos, buena música, un ritmo vertiginoso, escenas impactantes, un final espectacular para bien o para mal (a mi, personalmente, no me gustó) y un personaje, el del profesor Fletcher, que puede pasar a la historia del cine.

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keizz
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