Un amigo para Frank creo que no le gustará al relojero, que siempre busca que todas las piezas encajen a la perfección. Yo diría que es más real que una buena película, porque al igual que en la realidad, en la película a veces pasan cosas que no tienen mucho sentido. Por ejemplo, si tener un proyecto es algo que te sienta bien y estar inactivo te mata, porqué a veces se nota como te estás muriendo si estás dentro de un proyecto? No se supone que ahí tendrías que estar en plenitud? Estas son cosas que suceden en la realidad pero que te descolocan en una película, sobretodo si no se te explican. Supongo que en la película suceden porque ayudaban en el desarrollo del guión, pero eso es un poco tramposo, no?

Aparte de esto, la película me ha encantado. Frank Langella (y su personaje, si se quiere) es un crack, que sabe expresar todas las emociones cuando tocan (debe ser un plus de la edad, más su propia inteligencia emocional claro).

La crítica al aparcamiento de los viejos en las residencias y el presentar que ese mismo motivo puede ser el responsable de su rápido decaimiento, por culpa de la falta de proyectos personales, me parece muy cierto. Y si encima la opción que se les presenta es algo como tener un socio robot inteligente, para llevar a cabo planes tan divertidos como el de la película, creo que eso es tener amor por la humanidad.

El robot, aunque no esté hecho con ordenador y use la técnica genial de C3-PO (osease, un tío habilidoso, tía en este caso, con plásticos por encima), da todo lo que tiene que dar.

La química entre Frank y Susan Sarandon es de 10, y otros personajes como el hijo, o el snob de la biblioteca, están bordados.

Y se respira tan buen rollo en general... Siempre positivo, nunca negativo!