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Andorra Andorra · Escaldes-Engordany
Voto de Gecko:
7
Thriller. Drama En el año 2005 dos jóvenes amigos, Efraim Diveroli y David Packouz, decidieron montar una empresa para vender armas. En poco tiempo comenzaron a ganar mucho dinero. Su mayor éxito fue conseguir un contrato de 300 millones de dólares con el gobierno de Estados Unidos para armar a las tropas aliadas del ejército norteamericano que en ese momento combatían en Afganistán. (FILMAFFINITY)
25 de octubre de 2016
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Juego de Armas es la novena película dirigida por Todd Phillips, un nombre que quizás no sea muy conocido, pero que suena más cuando se anuncia que es el director de la famosa saga Resacón en las Vegas. Su estilo cinematográfico es muy reconocible, con grandes momentos humorísticos, y un gran uso de la cámara lenta para resaltar escenas persuasivas al ojo del espectador, y no nos engañemos, con un resultado final estilístico muy convincente. La forma de rodar War Dogs, título original de la película, es muy fiel a sus anteriores obras, por lo que sus seguidores no quedarán defraudados en este sentido. Juego de Armas cuenta la historia real de dos paletos, Efraim Diveroli y David Packouz, uno más que otro, y ojo, de tontos no tienen un pelo, que se convirtieron en traficantes de armas, llegando incluso a vender un cargamento al mismísimo Pentágono por un valor de 300 millones de dólares. Ahí es nada. ¿Y como coño lo consiguieron? Pues sencillamente a través de un programa informático dónde el gobierno estadounidense se dedicaba a comprar armamento a quién le ofreciese la mejor ganga, fuese quien fuese, y viniese de donde viniese. Hubo un antes y un después con este sistema de compra al destaparse el caso de estos dos malotes, pero ya sabréis el motivo cuando veáis la película, porque sinceramente, vale la pena visualizarla. Entretenimiento puro y duro, ese que te hace desconectar de todo y penetrar totalmente en la historia que estás contemplando.

Los actores son viejos conocidos. Uno de ellos es Miles Teller, coprotagonista de la cinta, y recordado sobretodo por su papel en Whiplash, una película que merece una crítica en Afidávit, aún habiéndose estrenado en 2014, sobretodo por acoger a uno de los mayores cabrones que se recuerdan en la historia cinematográfica, el inflexible Terence Fletxer interpretado magistralmente por J. K. Simmons, el cual ganó el Oscar al mejor actor de reparto, pero eso ya es otra historia. Aquí Miles Teller está a un gran nivel también, con mucha menos exigencia que en Whiplash, pero obteniendo un buen sobresaliente. El otro coprotagonista, Jonah Hill, actor con un número importante de participaciones en muchas películas pero con papeles más bien secundarios, es quien se lleva la palma en Juego de Armas. Se come la pantalla literalmente, y no solo por su sobrepeso, si no porque encaja perfectamente con ese personaje chulo, grotesco, ambicioso, y capaz de todo por ganar unos cuantos de los grandes. Es el típico gordinflón que no se acobarda ante nada, y más cuando eres un gran entendido armamentístico, y vives en un país dónde puedes pasear como si fueras a darte un garbeo por la Guerra de Vietnam. Con dinero y armas de asalto pues todo es más fácil, claro está. Otro actor conocido es Bradley Cooper, recordado por muchas películas, pero es este caso, como no, por Resacón en las Vegas. En esta ocasión sus apariciones son breves y poco exigentes, pero juegan un papel fundamental en el desarrollo de la trama. Y finalmente Ana de Armas: la belleza personificada. Tan guapa ella, tan perfecta, que impregna de un importante aire de artificialidad la película con sus apariciones. Lo siento, pero no llego a creerme que una chica tan maravillosa físicamente esté metida en un ajo tan peliagudo como este. Y la verdad sea dicha, su actuación es más bien pobre. Quizás la escogiesen por su apellido, que va acorde con el título de la película, porque si no no lo entiendo… Bueno, que cada uno saque sus conclusiones. Piensa mal y acertarás.

En fin, quien vaya a ver Juego de Armas no saldrá defraudado del cine. Desconectará de todo, se reirá en muchas ocasiones, y al final, cuando realice que todo esto está basado en un jodido hecho real, querrá convertirse en un traficante de armas para ganar unos cuantos billetes. Aunque luego, reflexionando, y viendo a qué lugares hay que ir para poder hacer algo así, seguramente no se tengan las suficientes pelotas y el poco cerebro para hacerlo, así que mejor seguir con nuestra vida, a veces aburrida, pero al menos sin riesgo de que nos corten el cuello. La película se desarrolla a un ritmo perfecto, acompañada de una banda sonora genuina para la ocasión, y unos planos de gran capacidad técnica, que recuerdan a los mejores videoclips, pero que es lo que requiere un tipo de película de este calibre. Veremos algún guiño a la extraordinaria Scarface, de Brian De Palma, protagonizada por Al Pacino. Así que recordad: “Todo lo que tengo en esta vida son mis cojones y mis palabras”. Tony Montana.

https://afidavit.wordpress.com/2016/09/15/juego-de-armas/
Gecko
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