Ver esta película es como si de golpe vinieran todos tus recuerdos, cuando el vhs era el no va más y podías grabar cosas y más cosas una detrás de otra y grabarlas y volverlas a grabar. Una de las principales virtudes de ester film es sin duda el gran homenaje que se dedica al mundo del casi extinto VHS. Ver desde el principio aquel videoclub con el encanto de aquellas cintas con sus cajas dobles y su cinta dentro; esa es una experiencia que las generaciones venideras ya no podrán disfrutar y sobre todo aquí es donde Jack Black vuelve a deleitarnos con una de sus actuaciones, en la de creador de cine al lado de Mos Def, acompañados por una cliente como Mia Farrow en la ayuda de que aquel viejo videoclub no muera ante la llegada del DVD.
Un sentido homenaje para toda aquellos que crecimos con el VHS, y que por ley de vida lo hemos tenido que ver morir en pos de las nuevas tecnologías.