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España España · Madrid
Voto de J C:
10
Comedia. Romance. Fantástico Un escritor norteamericano algo bohemio (Owen Wilson) llega con su prometida Inez (Rachel McAdams) y los padres de ésta a París. Mientras vaga por las calles soñando con los felices años 20, cae bajo una especie de hechizo que hace que, a medianoche, en algún lugar del barrio Latino, se vea transportado a otro universo donde va a conocer a personajes que jamás imaginaría iba a conocer... (FILMAFFINITY)
26 de mayo de 2011
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
La nueva película de Woody Allen pertenece sin duda al grupo de esas obras suyas que, sin renunciar a sus temas y estilo habituales, trascienden la pura anécdota para ir más allá de lo común y ofrecer algo aún más original de lo que nos tiene acostumbrados. A esa categoría podrían adscribirse películas como La rosa púrpura de El Cairo o la más reciente La maldición del escorpión de jade, donde el neoyorquino introducía elementos fantásticos que las dotaban de una originalidad nada gratuita.
Ante todo, Midnight in Paris es una declaración de amor a esa ciudad, a la par que un tributo a quienes hicieron de ella inspiración, patria y forma de vida. Pero también es romanticismo, emoción, cuento maravilloso, poesía filmada y cine en estado puro, tocado con la gracia del mejor Woody Allen, que no nos entregaba una obra tan redonda y magistral desde la mencionada La maldición del escorpión de jade.
En esta ocasión la comedia vuelve a predominar sobre otros géneros, trazada en un guión certero y nada pretencioso, salpicado de momentos que ya forman parte por derecho propio de lo mejor de la filmografía del neoyorquino y, por qué no, de la historia del cine. Los actores, como siempre, se dejan mimar por el arte de Allen para dialogar, para moverse por una trama carente de cualquier artificiosidad o rimbombancia: más que correcto Owen Wilson mimetizando el personaje de Allen; deliciosa Marion Cotillard en un registro romántico y lleno de matices sensuales y casi oníricos. Atención a una secuencia impagable entre el protagonista y Buñuel, a la luminosidad de Marion Cotillard en prácticamente todas sus apariciones en pantalla, a la hermosa escena final... En suma, una película para disfrutar y reencontrarse con el mejor cine de Woody Allen, con su varita mágica y su siempre notable sabiduría para describir los sentimientos y las relaciones humanas.
Mitómana sin caer en lo pedante (atención también al personaje del amigo de la novia del protagonista). Romántica, que no cursi. Emocionante. Sencillamente sublime. Así es Midnight in Paris.
J C
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