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China China · Qingoco
Voto de Txarly:
8
Drama. Bélico Berlín, abril de 1945. La guerra está sentenciada, pero en las calles de la capital del Reich todavía se libra una encarnizada batalla. Adolf Hitler (Bruno Ganz) y sus fieles se han atrincherado en un búnker. Entre ellos se encuentra Traudl Junge (Alexandra Maria Lara), la secretaria personal del Führer. En el exterior, la situación se recrudece. A pesar de que Berlín ya no puede resistir más, Hitler se niega a abandonar la ciudad y, ... [+]
27 de febrero de 2006
45 de 88 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni César, Atila, Kan, Saladino, Torquemada, los reyes católicos, Dracul, Cortés, Adam Smith, Luis XVI, Marat, Fernándo VII, Bismark, Musolini, Stalin, Jonshon, Pol Pot, Sharon, Bin Laden, Aznar, Bush o Juan Pablo II, habían llegado tan lejos en sus cometidos como la loca del bigote.
Y aunque todos estos tipos parezcan una selección destinada a competir en Alemania 2006, lo cierto es que son de lo peorcito que nos ha dejado la Historia, al menos para un servidor de ustedes.

Adolf Hitler y sus acólitos se cepillaron a veinte millones de soviéticos, seis millones de judíos y dos millones de gitanos, aparte de varios millones más de etnias y países distintos. Casi todos los que estuvieron implicados en aquella barbarie aparecen en el fantástico bunker que Oliver Hirschbiegel nos muestra de forma brillante: Himmler, Goebels y algunos altos mandos del Estado mayor que acompañaron al Fürer casi hasta el último momento. No se le puede achacar al film falta de rigor histórico. Una de las sombras es la actuación de Bruno Ganz, ya que o grita o está callado pero no hay termino medio. Ignoro si era la idea que de la loca del bigote quería transmitir Oliver Ganz pero a mí es lo único que no me termina de convencer de toda la peli.

La obstinación del Fürer en la victoria, la ingenuidad de las juventudes hitlerianas, el fanatismo de los más leales, el pseudo-amor de su secretaria, la lealtad de los Goebels, la determinación del médico de las SS y la cobardía de algunos oficiales y amigos, es mostrada de forma vehemente pero lejana, a pesar del claustrofóbico bunker dónde se desarrolla la mayor parte de la película. Quizá por ello te deja bastante indiferente los trágicos acontecimientos que acaecieron dentro de él, logrando así Oliver Hirschbiegel tratar la historia lo más aséptica que le fue posible.

El hundimiento es una película honesta y de ritmo acertado aunque pienso que se dejó algo en el tintero. Por lo general, los gays nos suelen achacar a los heteros cierta tendencia a la bestialidad y al sufrimiento de otros. Hitler siempre dijo que no se casaría porque su novia era Alemania y si horas antes de morir se unió en matrimonio con Eva Braun, fue simplemente porque no quería que medio siglo después tipos como yo escribiéramos que aparte de sanguinario, fue una loca. Y si no, que le cuenten a Hess. Verdad, mein fürer?
Txarly
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