Película dirigida por Ida Panahandeh en donde una mirada importa más que las palabras y donde las emociones fluyen con naturalidad. Admiro el cine iraní por su honestidad y valentía, y debe ser ejemplo para otras cinematografías.
Nahid tiene la sencillez y el ritmo pausado que caracteriza el cine de este país. En esta obra cinematográfica se busca adentrar al espectador en la historia a partir de elementos simples, pero estos elementos son de vital importancia. Por ejemplo el mar. Algo que el cine Hollywoodense deja por fuera. Panahandeh utiliza el cine como medio para recordar a la mujer cuyas luchas son olvidadas y quien se encuentra sin libertad en una sociedad opresiva. La actuación de Sareh Bayat es excelente y ayuda al espectador a simpatizar con ella y su situación.
Estoy en desacuerdo con un usuario de este sitio el cual escribió que la denuncia en el filme es ambiguo. No lo siento así, y además la censura en Irán hace que sea difícil presentar cualquier denuncia de manera explicita. Cine con alma.