Breaking Bad es muy divertido y, honestamente, tal vez esté más tramado, pero para mí es un thriller realmente bien hecho, mientras que Soprano es una exploración profunda de la psicología y ( vomita incontrolablemente ) la condición humana. Los Soprano es mucho más experimental y de formas más interesantes. Es más ambiguo temáticamente y más difícil de precisar en general. Todo esto lo hace mejor al volver a mirar. Breaking Bad no tiene el mismo tipo de intensidad eléctrica después de que lo terminas por primera vez, pero casi amo más a Los Soprano cada vez que veo una parte.

No estás necesariamente equivocado si consideras que Breaking Bad es mejor, pero si lo haces, se basa en criterios muy diferentes al mío. Esperar una nueva mirada es la marca número uno de un gran espectáculo en mis ojos, y Wire / Sopranos / Mad Men son fenomenales en ese sentido.

Los personajes definitivamente también están a favor de los Soprano. Tan interesante como es el viaje de Walt, y en menor medida el de Jesse, etc., Tony Soprano es el personaje mejor escrito (sin mencionar el actuado) que he visto en un programa de televisión. Nunca comprendes realmente el funcionamiento interno de la mente y el estilo de vida de Walt de la misma manera que lo haces con Tony: todos sus traumas infantiles, hábitos extraños, problemas familiares, enfermedades mentales, los nueve metros completos. Con Walt, básicamente se sugiere su experiencia. Hay mucho menos sentido de que él sea una persona viva y que respira antes del Episodio 1 de la Temporada 1. Tal vez simplemente no sea relevante, y obtenemos una cantidad inusual de información sobre Tony debido al dispositivo de la trama de la terapia, pero hace una gran diferencia en la calidad general en mi opinión.

En cuanto a los personajes secundarios, Skyler es prácticamente una Carmela menos desarrollada. Jesse es bastante similar a Christopher en muchos aspectos. Personajes como Silvio, Paulie o el tío Junior, solo por nombrar un par, son mejores que cualquiera de los personajes de tercera cadena de Breaking Bad. Walt Jr. es mucho menos interesante que cualquiera de los hijos de Tony, por mucho que odien a veces.

Gandolfini en este papel debería estar a la altura de personajes como el Joker de Heath Ledger. Aporta mucho más encanto y capacidad para provocar empatía de lo que el personaje tenía que tener. Tony es lo que debería haber sido Cersei, completamente irredimible moralmente y aún capaz de provocar nuestra empatía porque tiene momentos de vulnerabilidad emocional y un cuidado genuino por sus hijos.

Lo mejor de Los Soprano es que NADIE conoce las verdaderas intenciones de Tony... NI SIQUIERA TONY. Es una de las mejores historias jamás contadas sobre la lucha entre el Bien y el Mal dentro de la psique de un individuo. En esencia, Tony es un sociópata, incluso un psicópata que ha sido condicionado por su educación y las personas que lo rodean que también eran narcisistas, sociópatas y psicópatas. Pero Tony tiene un lado moral diferente a muchos a su alrededor, una bondad en su corazón que desesperadamente quiere sacar a la superficie. Sin embargo, su vida fue básicamente elegida para él, se siente atrapado en el cuerpo de ser un jefe de la mafia haciendo estas cosas horrendas. Es por eso que sufre de PTSD, Estrés, Ansiedad, Depresión. En su corazón, el lado bueno de él, quiere una vida sencilla, quiere ser una mejor persona sin tener que ser un Mob Boss. Sin embargo, ya ha perdido esta batalla consigo mismo porque, de hecho, es un socio/psicópata narcisista. Está tratando de convencerse a sí mismo de que es bueno y puede ser bueno, pero la lucha por sacar a la superficie esa bondad dentro de él es esencialmente poco realista porque ya está demasiado perdido y lo que trata de hacer es aferrarse a la bondad dentro de él mientras lentamente. se escapa a lo largo del programa hasta que al final se hace evidente que el narcisismo de Tony lo ha consumido casi por completo. Esencialmente, su propia maldad, sociopatía y narcisismo lo estaban engañando a él y a todos los demás todo el tiempo para consumirlo por completo. Al final del espectáculo, podemos ver que la bondad ha desaparecido, podemos ver que ahora está consumido por los engaños que evoca para justificar sus propios males. Pierde la batalla por su propia alma y esa bondad que estaba presente al comienzo del espectáculo ahora se ha ido por completo. Es una de las historias psicológicas e incluso espirituales más brillantes jamás escritas sobre una persona que lucha contra su propio bien y mal dentro de sí misma. Los 5 mejores espectáculos de todos los tiempos, seguro.