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España España · Asturias - Madrid
Voto de david:
9
Comedia. Romance Sean Thornton (John Wayne), un boxeador norteamericano, regresa a su Irlanda natal para recuperar su granja y olvidar su pasado. Nada más llegar se enamora de Mary Kate Danaher (Maureen O'Hara), una chica muy temperamental, aunque para conseguirla deberá luchar contra las costumbres locales, como el pago de la dote, y, además, contra la oposición del hermano de su prometida (Victor McLaglen). (FILMAFFINITY)
10 de julio de 2015
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
(...)

¿Qué tiene Ford que no tienen otros directores? Una película como El hombre tranquilo te enamora sin cursilería, te hace reír sin caer en el tópico, te fascina sin que puedas encontrar el truco… Ford es uno de los mejores narradores cinematográficos de todos los tiempos. Sin estridencias técnicas, sin estrépitos estéticos, un amante del detalle, de ese toque que convierte una escena vulgar en inolvidable. Y un amante del guión, de los diálogos ingeniosos, de dar carácter a los personajes con los recursos más sencillos pero más efectivos. Cine de la vieja escuela.

El mismo año que Ford estrenó El hombre tranquilo, Welles hacía lo propio con Otelo. Las dos caras de la misma moneda. La vieja escuela y la nueva escuela, pero el mismo objetivo: hacer buen cine. Uno trata de explorar nuevas tendencias creativas, el otro maneja los recursos clásicos con la elegante sencillez de un maestro. Dos genios, de los de verdad, de los que salen cada muchos años.

Sean Thornton vuelve a casa después de pasar dos décadas en Estados Unidos. Innisfree le espera. El bar, la iglesia, el campo y Mary Kate. No será recibido con los brazos abiertos, ni mucho menos. Pero Thornton tiene el culo pelado y no se amilanará.

No quiere volver a pelear, pero va tener que hacerlo. De hecho, el bueno de John Wayne participa en una de las peleas más largas de la historia del cine. Tal vez tampoco quiera enamorarse, pero quién se puede resistir a Maureen O’Hara. ¡Qué mujer, por el amor de Dios!

El hombre tranquilo invita (más bien, obliga) al espectador a amar la vida. Y es lo mejor que se puede decir de una película. A amar el campo, el whisky, a los amigos, a los enemigos, a las pelirrojas, a los boxeadores. El hombre tranquilo te deja una estela de emoción que puede perdurar más o menos según el día. Tal vez, con el tiempo, se olvide. Entonces, es momento de volver a verla. Y volver a amar.

por david rubio - las mejores películas de la historia en alucine.es
david
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