Cuando intentas trasladar al cine una serie de sketches de un programa de humor, le tienes que dar trama y continuidad a algo que no lo tiene. Puedes optar por no hacerlo y simplemente convertir la película en una sucesión de sketches conectados entre sí. Y justamente eso es Wayne's World.

El argumento es MUY simple y una mera excusa para poder conectar los sketckes entre sí y justificar los cambios de escenario de los protagonistas. La película basa su humor en una consecución de gags, pero a diferencia de otros clásicos como "Agárralo como puedas", los gags no ocurren tan de seguido ni tan en segundo plano como para poder incluir a esta película dentro del género de "comedia absurda".

Gran parte del atractivo de la película reside en dos cosas. En primer lugar la gran química que tienen Mike Myers y Dana Carvey en pantalla. Aunque se desaprovecha mucho su presencia juntos, puesto que hay varias escenas en las que aparecen por separado llevando el peso del humor de la película, están sobresalientes cuando aparecen juntos. En segundo lugar, el rock. La banda sonora es de un gran nivel y acompaña mucho durante casi toda la película (la escena del coche escuchando Queen es de las más recordadas del cine) y además, Alice Cooper tiene posiblemente una de las mejores escenas de la película.

La cinta rompe la cuarta pared constantemente (cosa que me encanta que las películas hagan) para presentarnos a los personajes y el universo de Wayne. Hay que tener en cuenta que pensando en un estreno internacional, había que dar contexto en todos los países en los que no se emite SNL y que por ende, no sabían de dónde sale esto de "El mundo de Wayne" y me parece la forma más acertada de hacerlo. Además, eso logra la complicidad del público y que te sientas partícipe del grupo de amigos del dúo protagonista.

La película no sabe muy bien hacia dónde va. Empieza con una trama pero a mitad de la película cambia a otra totalmente distinta. Pero además, en vez de como decía antes ser la película una sucesión continua de gags (lo cual compensaría la falta de coherencia en la trama), algunas escenas se alargan demasiado y hay momentos en los que no pasa nada.

La película no pretende en ningún momento ofrecer nada elaborado, ni en su argumento, ni en su puesta de escena ni en sus chistes. Es una película que roza lo paródico y que te presenta un humor efectivo y simplón, perfecto para que alguna vez que otra se te escape una risa, que al final de eso trata el humor.

Quizá yo tengo mucho mejor recuerdo de ella, porque la vi de pequeño y es de esas películas que te acaban marcando para toda la vida. Como comedia las hay mucho peores, pero también las hay mucho mejores. Esta cumple, sin más.