Le tableau es una bellísima película de animación, que, sin apostar a la perfección que aportan Pixar o Disney, logra conmovernos y emocionarnos.

Como sucediera años pasados con El Ilusionista, Persépolis o Las Trillizas de Belleville, Francia es tal vez el único país europeo que ha logrado animarse a enfrentarse a la temible artillería Yanki y a la apasionada y sutil escuela japonesa.

Le tableau es el equivalente de El Ilusionista (2010), Mary and Max (2009), The Secret of Kells (2009) o Vals with Bashir (2008).
Ese film de países que no tienen gran tradición en animación, pero que se le animan a las potencias.

La historia de los personajes de los cuadros de un pintor que deciden salir de los lienzos y tomar cartas en el asunto. La misión es lograr que aquellos bocetos pendientes sean terminados.

Los personajes se dividen en tres, cual castas sociales: Los bocetos, o clase baja; perseguidos y agredidos por todos. Los personajes sin terminar, aquellos a los que les falta el color o algún detalle de finalización, y que corresponden a la clase media. Y los personajes finalizados, o la clase alta, que viven en castillos y reproducen fiestas lujosas.

La historia es maravillosa, tanto como sus personajes, y si bien lleva unos minutos acostumbrarse a los detalles de animación, luego el relato fluye y los personajes muestran su belleza.

Conclusión, un grandioso film que debería haber tenido más repercusión, pero que confío pueda tener reconocimiento en el mediano plazo.

Recomendadísima, un banquete para los ojos y el alma.