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España España · bilbao
Voto de ernesto:
5
Intriga. Thriller Cuando India Stoker (Mia Wasikowska), una adolescente, pierde a su padre (Dermot Mulroney) en un trágico accidente de coche el día en que cumple 18 años, su vida se hace añicos. Su impasible comportamiento oculta profundos sentimientos que sólo su padre comprendía. Su tío Charlie (Matthew Goode), cuya existencia desconocía, aparece por sorpresa en el funeral y decide quedarse una temporada en casa de India y de su inestable madre ... [+]
24 de mayo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No seré yo quien se marque aquí un largo párrafo de introducción sobre las virtudes del director coreano Park Chan-wook, y sobre la importancia que su influencia ha tenido en el encumbramiento que ha sufrido la cinematografía coreana en los últimos años. Y no lo haré porque solo he visto una película suya hasta ahora, Oldboy. Lo que sí puedo decir es que Oldboy es una de las experiencias más vibrantes, violentas y gozosas que el cine, coreano o no, me proporcionó a lo largo del ya lejano año 2003. Algo que, desde luego, no se me ocurrirá repetir sobre Stoker, su primera producción americana.
Y es que después de recorrerse los festivales más importantes del panorama cinematográfico internacional con sus películas, Park Chan-wook ha sido tentado por la maquinaria hollywoodiense (por muy indie que sea la productora Fox Searchlight) para realizar, con su dinero y con sus estrellas, una historia de encargo escrita por un actor que apenas si ha tenido un único éxito televisivo. Hablamos de Wentworth Miller, el protagonista de la serie Prison break. Y hay que reconocer que pese a realizar una historia tan, aparentemente, ajena, Park Chan-wook consigue con su trabajo dar cierto empaque a una película que sin él, se caería a pedazos.
La historia de Stoker bebe de fuentes ya conocidas. Es, en esencia, la del clásico personaje misterioso que llega a un lugar a ponerlo todo patas arriba, sin que nadie sepa muy bien de donde viene y a donde va. En este caso se trata de Charlie un hombre que aparece repentinamente en el funeral de su hermano ante la sorpresa y la extrañeza de todo el mundo. Sobre todo en el caso de India, la hija del fallecido, que ni siquiera conocía de su existencia. De esta forma Charlie se inmiscuye de forma pertubadora en la vida de India y su madre, personaje, este último, que cae rendido a los pies del desconocido cuñado. Todo lo contrario que las más veteranas de la familia, que miran con gran recelo la llegada de Charlie. En cualquier caso, será India quien viva con mayor intensidad la llegada de su tío.
Sí es verdad que la película cierra la historia con sus debidas explicaciones y todo al final adquiere un sentido (el que sea). Pero durante mucho tiempo yo solo consigo ver por la pantalla a tres autistas (el personaje de la madre se lleva la palma) que en la mayor parte de las ocasiones se comportan como imbéciles sin que sepamos muy bien porqué. La conexión que unía a India con su padre, es tan abstracta como la complicidad que surge posteriormente con su tío, y sirve de vulgar excusa para crear un entramado tan hueco como brillante. Porque, eso sí, Park Chan-wook se encarga de que Stoker luzca más perturbadora, morbosa y estilizada de lo que, en el fondo, realmente es.
La cámara del director coreano envuelve la historia de forma sutil y sugerente, lejos de la violenta contundencia con la que discurrían las imágenes de Oldboy. Demuestra así ser capaz de afrontar la violencia, soterrada o explicíta, de formas tan distintas como atractivas. Lástima que este envoltorio está al servicio de una historia con exceso de ínfulas, que al final es mucho menos interesante de lo que pretende.
Tengo por costumbre hablar siempre de la labor de los actores, pero tengo que reconocer que esta vez he llegado al final sin que se me ocurra nada interesante que decir sobre ellos. Sus trabajos resultan tan opacos como sur personajes.
ernesto
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