29/07(13/02/16) Icónico film de Walt Disney, primer largometraje de animación en color de la Historia del Cine, revolucionaria obra dirigida por David Hand, prodigio visual que aún hoy sigue asombra por su detallismo y perfeccionismo, alarde estético y de belleza, hace un disfrute para los niños y una máquina del tiempo para los mayores que nos retrotrae años a. Llevó cuatro años de realización, en Hollywood mientras estaba en producción fue llamada desdeñosamente “La locura de Disney”. La compañía dedicada con éxito a cortos de animación con Mickey Mouse y la serie “Silly simphony” (1929-1939), Disney decidió dar un salto de calidad y prestigio con un largometraje de animación, su apuesta sería una versión del popular cuento de los hermanos Grimm, “Blancanieves”, el presupuesto era enorme, inicialmente 250000 $, diez veces más del costo medio de un corto Disney, aún así se le fue de las manos, al final se disparó al millón y medio $, teniendo hipotecar Disney su casa para acabar la cinta. La compañía estuvo al borde de la quiebra, pero el riesgo tuvo premio, la película en su estreno recaudó 8 millones $, siendo en su momento la de más recaudación de la historia. Nominado al Oscar por la banda sonora, ganó el honorífico por sus logros técnicos y artísticos. El realizador letón Serge M. Eisenstein dijo de ella que era la película más grande jamás hecha. Se adapta un cuento recogido por Jacob Grimm (1785-63) y Wilhelm Grimm (1786-69) en su recopilación de 210 cuentos de tradición oral centroeuropea. Para su gestación hicieron falta 750 artistas, 4 años de trabajo, casi 2 millones de bocetos y dibujos. Producida por Walt Disney Productions y distribuida por RKO Radio Pictures .

Entrañable film, hay que darle licencias propias del tiempo y del público a que estaba destinado, mezcla con equilibrio el humor, drama, fantasía, musical, romance o terror. Te atrapa por su sencillez expositiva, por su ternura, por sus deliciosos números musicales, por el blanco humor que despliega, por su temario diáfano hacia los niños de bondad, de amistad, de amor a los animales, de amor a la vida, en contra de la envidia, de la crueldad, del narcisismo, y sobre todo muy clara la eterna lucha entre el bien y el mal.

El humor se basa sobre todo en los enanitos, en sus graciosas figuras y su cándido comportamiento, de hecho Walt Disney declaró que el inicio de su proyecto basaba su atractivo en dar personalidad propia a los enanitos, despersonalizados en el cuento original de los Grimm, sin nombres, y Disney pretendía que estos secundarios fueran el alma jocosa de su obra, eligiendo sus nombres a partir de las personalidades, partiendo de un primer casting de 50 nombres.

Entre las licencias que hay que darle están la visión retrógrada y machista de los géneros, como que la Mujer, o sea Blancanieves es la encargada de los quehaceres en la casa, y donde los hombres, o sea los enanitos, son brutos y guarros que no se lavan, y al final un hombre vendrá y salvará a la mujer de su peligro. Asimismo este primer largometraje Disney marca para mal algunos vicios posteriores de la factoría del castillo, como la ñoñería cursi de sus princesitas, como lo almibarados de algunos de sus héroes, como la bonhomía estridente de estos, de hecho los personajes que hacen trascendente y un clásico imperecedero este film son sus enanitos y su soberbia villana. Blancanieves resulta demasiado buena, rayando en lo bobalicón, tampoco el liviano Príncipe ayuda. Lo que si me gusta es las dosis de realismo medieval que exponen, impropias del público infantil al que va destinado, asesinatos, extracción de corazones, se ve un esqueleto en una celda (muerto por inanición), envenenamientos y una muerte por despeñamiento.

La puesta en escena es deslumbrante y sobre todo en el contexto de la época, con un diseño de personajes Antológico, con el gran humanidad que transmiten, con coreografías impresionantes, con la vigorosa y fulgurante fotografía de Maxwell Morgan, de un cromatismo fascinante, sabiendo conjugar con equilibrio los tramos jocoso coloristas con los tétricos, ejemplo los del bosque lúgubre, jugando con sobras y la semioscuridad, de trémulo expresionismo gótico, sugiriendo más que enseñando, para provocar temor subliminalmente, reseñable fue la innovación de la cámara multiplano, que daba la impresión de tres dimensiones, ello mediante la colocación de varios niveles de dibujos una tras otro, moviéndolos por separado, los de adelante más rápido que los de detrás, con lo que el fondo parece moverse. La música es otro de sus puntos fuertes, creada la incidental por Paul J. Smith y Leigh Harline, deliciosas melodías que emiten emotividad, pero la que ha pasado a la historia es su galería de temas cantados compuestos por Frank Churchill, Larry Morey, 11 canciones originales: “I’m Wishing”, canción con que Blancanieves expresa sus emociones a un pozo y a animales del bosque esperando su vida vaya a mejor; “One Song”, balada con que el Príncipe se presenta ante Blancanieves expresándole su amor a primera vista; “With a Smile and a Song”, con la que Blancanieves a los animales del bosque les expresa su positivismo en que todo irá a mejor; “Whistle Whistle Your Work”, telonera de la más popular; “Heigh- Ho”, la más popular, el sencillo y pegadizo tema a coro que cantan los enanitos mientras van a casa tras una dura jornada de trabajo; “Bluddle-Uddle-Um-Dum”, divertido tema, graciosamente coreografiado y cantado por los enanitos mientras se lavan antes de comer; “The Dwarfs Yodel Song”, jocoso tema en que los enanitos entonan sobre sus características personales; “Someday my Prince Will Come”, la canta Blancanieves a los enanitos versando sobre el flechazo romántico que sintió con el príncipe. Fue la primera película americana en tener su propia banda sonora, siendo lanzada en conjunto con el film, Disney no tenía editorial propia de música, los derechos fueron administrados por Bourne Co. Music Publishers,... (sigue en spoiler)